Política

Reino Unido

El Gobierno británico pide ayuda a las “familias y comunidades” para luchar contra la radicalización

La oposición laborista arremete contra Cameron por no haber mantenido bajo vigilancia al “yihadista John”

La Razón
La RazónLa Razón

La ministra británica de Interior, Theresa May, alertó ayer sobre la creciente amenaza terrorista en el Reino Unido e hizo un llamamiento a las “familias y comunidades” donde viven jóvenes en peligro de radicalizarse para luchar contra la ideología yihadista. “Combatir el extremismo no solo depende del Gobierno y de los poderes que se otorgan a la Policía”, recalcó ayer en una comparecencia en la Cámara de los Comunes, donde tuvo que responder a las críticas de la oposición laborista por haber relajado en 2012 los poderes de las fuerzas de seguridad para mantener bajo control a sospechosos de terrorismo, entre ellos el “yihadista John”.

Desde que la semana pasada fuera revelada la verdadera identidad del verdugo de los rehenes occidentales decapitados por el Estado Islámico (EI), cada día salen a la luz nuevos detalles sobre Mohammed Emwazi, el londinense de 26 años convertido en uno de los miembros más famosos y sádicos del grupo radical.

Pese a estar fichado por los servicios secretos, el terrorista logró salir del país en 2013 con papeles falsos. Tan sólo un año antes, el Ejecutivo de David Cameron había sustituido las llamadas “órdenes de control” -aprobadas en 2005 por el Gobierno de Tony Blair para mantener un estrecho cerco sobre presuntos terroristas sobre los que no pesaban acusaciones judiciales concretas- por otras medidas menos intrusivas.

May señaló que no podía hacer comentarios sobre casos individuales, pero hizo hincapié en que dependía de los servicios de seguridad aplicar un seguimiento más riguroso si las circunstancias lo requerían.

Por su parte, la madre de Emwazi dijo ayer que inmediato reconoció la voz de su hijo cuando le escuchó en un video. Los padres del terrorista señalaron a las autoridades de Kuwait –su país de origen y en el que vivió hasta los 9 años- que perdieron el contacto con él en 2013, cuando les llamó por última vez desde Turquía, contándoles que iba a realizar un trabajo humanitario.

Un desertor del EI que luchó con el joven lo definió como “una persona fría y solitaria” que casi nunca rezaba en grupo. En una entrevista con la BBC, el ex miembro del grupo terrorista explicó que conoció a “John” cuando llegó por primera vez a Siria hace aproximadamente dos años. “Los británicos le llamaban un yihad cinco estrellas, porque publicaba mensajes en redes sociales como Twitter e Instagram para demostrarlo”, matizó. “Ellos (EI) saben cómo elegir a los combatientes y cómo hacerles famosos. Sin embargo ‘John’ no tenía nada de especial...cualquiera podría haber llegado a ser como él”, añadió

Por su parte, “The Guardian” publicó las declaraciones de uno de los exjefe de Emwazi en Kuwait –donde regresó para trabajar en 2009- quien le recuerda como “el mejor empleado” que había tenido. “Era una persona muy buena, tranquilo y paciente”, explicó.

Mientras, Jo Shuter, ex directora de la escuela Qintin Kynaston de Londres, donde estudió el joven, lo define como un chico relativamente trabajador que no daba muestras de radicalización. El muchacho tenía “problemas de adolescente” y en ocasiones fue acosado por otros estudiantes, señaló, aunque terminó centrándose y consiguió unos resultados académicos lo bastante buenos como para entrar en la universidad que había solicitado como primera opción.

“No puedo insistir lo suficiente en que él no era una gran preocupación para nosotros”, dijo. Con todo, según los medios, al menos otros dos alumnos del mismo centro podrían también haber viajado a Siria o Iraq para unirse a las filas yihadistas.

Las atrocidades cometidas por los terroristas siguen protagonizando las portadas. The Sun relataba ayer cómo un británico que está luchando contra el EI había oído cómo los yihadistas habían dado para comer a una madre partes del cuerpo de su propio hijo asesinado sin ella saberlo.