Espionaje en EEUU

Francia convoca a la embajadora de EEUU por las revelaciones de espionaje

El Gobierno galo consideró hoy «inaceptable entre aliados» que Estados Unidos, según lo publicado por medios franceses, espiara al menos desde 2006 hasta mayo de 2012 a los tres presidentes que se sucedieron en ese periodo, Jacques Chirac, Nicolas Sarkozy y François Hollande.

El Ministerio francés de Exteriores convocó hoy de forma inmediata a la embajadora estadounidense en Francia, Jane D. Hartley, para que dé explicaciones sobre las últimas informaciones acerca del espionaje al que fueron sometidos los tres últimos presidentes franceses.

La última convocatoria de ese tipo, según recordaron hoy a Efe fuentes oficiales, se remonta a octubre de 2013, fecha en la que acudió su antecesor en el cargo, Charles Rivkin, por las revelaciones sobre el espionaje estadounidense lanzado contra empresarios y políticos franceses, entre otros.

En esta ocasión se esperan explicaciones sobre las escuchas puestas en marcha entre 2006 y mayo de 2012 por parte de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA) para espiar, según difundieron anoche los medios "Libération"y "Médiapart", a Jacques Chirac, Nicolas Sarkozy y François Hollande.

Ese tipo de prácticas entre países aliados, según señalaron hoy el Gobierno y la Presidencia gala, son "inaceptables", y Francia no está dispuesta a tolerar "ningún acto que cuestione su seguridad y la protección de sus intereses".

Francia y EEUU, según un comunicado del Elíseo, ya abordaron esas escuchas "a finales de 2013, en el momento de las primeras revelaciones", y durante la visita de Hollande a ese país en febrero de 2014, y Washington debe respetar el compromiso adoptado entonces para ponerles fin.

La reacción que va a tomar Francia al respecto ha sido objeto de un Consejo de Defensa esta mañana y volverá a discutirse en la reunión que tiene previsto iniciar Hollande a las 10.15 GMT con una veintena de parlamentarios, incluidos los representantes del Senado y de la Asamblea Nacional.

El portavoz gubernamental y ministro de Agricultura, Stéphane Le Foll, admitió hoy que aunque esas escuchas no son tolerables no hay que reaccionar en caliente porque "ya hay suficientes crisis peligrosas en el mundo"como para añadir otra entre países aliados.