Estados Unidos

El Gobierno liberal danés endurecerá su política de inmigración y bajará la ayuda social

El primer ministro danés, Lars Loekke Rasmussen
El primer ministro danés, Lars Loekke Rasmussenlarazon

Una política de inmigración más dura, aumento del gasto público financiado con recortes en ayudas sociales y cooperación, y rebajas fiscales a las rentas altas son las líneas maestras del Gobierno liberal danés en minoría presentado hoy. El Gobierno, que cuenta con 34 de los 179 escaños del Parlamento aunque tiene el respaldo de la mayoría de derecha, dará a conocer la próxima semana las nuevas medidas para hacer "menos atractiva"Dinamarca para los solicitantes de asilo, anunció el futuro primer ministro, el liberal Lars Løkke Rasmussen.

Los recortes en este área se sumarán a los de las ayudas sociales a rentas bajas y al de la partida de cooperación exterior (del 0,83 % actual al 0,7 %) para poder aumentar la inversión pública en "áreas prioritarias"como sanidad, cuidado de ancianos y seguridad.

El nuevo Ejecutivo pretende impulsar la próxima primavera una bajada del 5 % en el impuesto para las rentas más altas y otra sin cuantificar a quienes tengan menores ingresos.

Rasmussen anunció también que se adelantará a antes de Navidades el referéndum sobre la excepción en el área jurídica que Dinamarca mantiene desde la adopción del tratado de Maastricht, una consulta fruto de un acuerdo cerrado hace meses con otros partidos como los socialdemócratas y los social liberales.

Los firmantes del pacto proponen en su lugar un mecanismo por el que el Gobierno danés pueda elegir en qué asuntos concretos quiere cooperar con el resto de países comunitarios, para no quedarse fuera de la colaboración policial dentro de la UE.

El nuevo Ejecutivo suprimirá la comisión parlamentaria impulsada por el anterior Gobierno para investigar la participación danesa en las guerras de Irak y Afganistán con el fin de usar el dinero de los contribuyentes "con más sentido común", según Rasmussen.

El líder liberal, que ya fue jefe de Gobierno entre 2009 y 2011, quiere prolongar la contribución militar danesa a la coalición internacional encabezada por Estados Unidos que lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI) en Irak, una decisión que cuenta con el apoyo de la mayoría parlamentaria.

"Somos plenamente conscientes de que somos un Gobierno en minoría", dijo Rasmussen, que apeló a una "amplia colaboración"para lograr acuerdos con partidos de ambos lados del espectro político.

La discordia en áreas como impuestos y gasto público entre los cuatro partidos de derecha que ganaron al bloque de centroizquierda de la socialdemócrata Helle Thorning-Schmidt hizo que Rasmussen optara por un Gobierno en minoría, pese a la situación precaria.

El Partido Liberal logró su peor resultado desde 1990 en los comicios del pasado día 18 y pasó de primera a tercera fuerza, superado por socialdemócratas y por el Partido Popular Danés (DF), fuerza de corte xenófobo que respaldó desde fuera entre 2001 y 2011 un Gobierno liberal-conservador, un papel que ha preferido repetir.

Su líder, Kristian Thulesen Dahl, reiteró hoy que ésa es la mejor forma para tener la mayor influencia posible y mostró su confianza en poder arrastrar al Gobierno en su dirección, aunque señaló que no apoyará con sus votos una rebaja del impuesto a las rentas altas.

El programa gubernamental incluye también una mayor vigilancia en las fronteras para luchar contra la criminalidad, un guiño al DF, aunque no controles permanentes como reclama esta formación, que ha defendido la convocatoria de un referendo sobre el tema.

Rasmussen encabezará el primer Ejecutivo de un solo partido en Dinamarca desde 1981 y el que cuenta con menor apoyo desde que en 1973 el también liberal Poul Hartling gobernó catorce meses con el 12,3 % de los votos.

El nuevo Gobierno tendrá 16 ministros, seis menos que el anterior y de los que cinco son mujeres.

La lista incluye a políticos que formaron parte de gobiernos de derecha en la década anterior como Kristian Jensen, "delfín"de Rasmussen y que dirigirá el ministerio de Asuntos Exteriores; Claus Hjort Frederiksen, al mando del de Finanzas; Bertel Haarder, en Cultura y Asuntos Eclesiásticos; y Søren Pind, en Justicia.