Viena

Los austriacos dan su apoyo al «Macron» Kurz

El candidato conservador, de 31 años, se impone en las elecciones anticipadas, pero necesitará socios para gobernar. Socialdemócratas y populistas compiten por la segunda posición en un reñido escrutinio.

El líder del OVP y virtual ganador de las elecciones de hoy en Austria, según los primeros sondeos.
El líder del OVP y virtual ganador de las elecciones de hoy en Austria, según los primeros sondeos.larazon

El candidato conservador, de 31 años, se impone en las elecciones anticipadas, pero necesitará socios para gobernar. Socialdemócratas y populistas compiten por la segunda posición en un reñido escrutinio.

Europa vira aún más hacia la extrema derecha. El conservador Partido Popular (ÖVP) ganó ayer las elecciones generales en Austria con el 31,7% de los votos en una jornada en la que el ultranacionalista y xenófobo Partido Liberal (FPÖ) se anotó una de las mayores subidas y se hizo con el 26% de los sufragios. En conjunto, estos dos partidos aumentaron sus votos en más del 13% en comparación con 2013. Por su parte, el Partido Socialdemócrata (SPÖ) del canciller federal, Christian Kern, con el 26,9%, evita el «sorpasso» ultra, pero pierde su posición de primer partido.

Tras una sucia campaña electoral salpicada de noticias difamatorias contra los conservadores, Austria gira a la derecha y Europa se dirige a un terreno que, si bien ya no es tan desconocido, sí está plagado de incógnitas. Así, tras la irrupción en el Parlamento holandés del líder islamófobo Geert Wilders y su Partido por la Libertad o la llegada de los populistas de Alternativa para Alemania al Bundestag, todo apunta a que el hombre que en su día dijo que Angela Merkel era «la mujer más peligrosa de Europa», por su política de refugiados, sea el próximo vicecanciller austriaco. Heinz-Christian Strache, el líder del ultraderechista FPÖ, tendría la llave para la formación del próximo Gobierno en Viena.

De lo que no hay duda es que Sebastian Kurz, de tan sólo 31 años, se convertirá en el próximo canciller y en el mandatario europeo más joven, aunque para ello tenga que aliarse con la ultraderecha. Anoche, a la espera de conocer los resultados definitivos, el presidente de la República, Alexander van der Bellen, anunció que encargará la formación de Gobierno a Kurz tras constatar su «clara victoria».

«Quiero hacer una política seria, no prometer un país de jauja», aseguró en campaña este hombre con cara de adolescente, tachado de poco carismático por la Prensa pero que ha sabido ganarse adeptos por su firmeza con la inmigración y el islam. «Este resultado es un claro mandato para cambiar Austria», dijo Kurz, quien se mostró «muy feliz» por su victoria. «Si recibimos un encargo para formar Gobierno voy a hablar con todos», dijo el que será casi con seguirdad el canciller más joven de Austria.

Apodado el «niño prodigio» y ministro de Exteriores desde 2013, Kurz aprovechó en mayo la derrota de su formación en la primera vuelta de las presidenciales para tomar las riendas del partido y promover de paso la celebración de unas legislativas anticipadas. El líder del ÖVP consiguió reanimar al viejo y cansado partido conservador combinando una imagen de modernidad con un discurso de firmeza apegado a la soberanía nacional en el que propone, por ejemplo, suprimir las ayudas sociales para los extranjeros que lleven menos de cinco años en el país y con el que logró atizar la llama de los conservadores, rejuveneciendo la base.

Con su victoria, Kurz podría terminar con una década de Gran Coalición si opta por aliarse con el FPÖ. El partido populista de derechas moderó su postura anti nmigración y euroescéptica y propuso un programa económico con el que quiso llegar a muchos más sectores de la población y transmitir el mensaje de que el partido es capaz de gobernar.

No obstante, con la economía creciendo, el paro a la baja y sin conflictos sociales, la campaña estuvo marcada por el debate sobre la llegada de refugiados y sobre los límites a la inmigración que tanto ultranacionalistas como democristianos proponen como solución a casi todos los problemas. Los liberales de NEOS se mantienen en el 5,1%, mientras que Los Verdes bajan hasta el 3,9%, lo que les impediría entrar en la Cámara al no superar el corte del 4%, una cifra que dista mucho del 12,4% de 2013. Mientras, la lista Peter Pilz, escindida de Los Verdes, entraría en la Cámara con el 4,3%.

Con estos resultados, todo indica que Austria tendrá un Gobierno de derechas, formado por el ÖVP y el FPÖ, aunque algunos analistas no descartan una reedición de la Gran Coalición entre el SPÖ y el ÖVP. En una primera reacción, Strache dijo que su partido «hablará con todos».

Unos 6,4 millones de votantes estaban llamados ayer a las urnas en unas elecciones anticipadas después de una década de Gobiernos de Gran Coalición. Para estas elecciones se han solicitado 890.000 votos por correo, cuyo recuento, a partir de hoy, puede aún ser decisivo para determinar la segunda y tercera posición. Austria, un Estado próspero de un poco más de 8,5 millones de habitantes, es uno de los países en Europa que más refugiados ha acogido en proporción a su población: un 1,5% en dos años.