La Habana

Así es el núcleo duro que marcará el futuro del régimen castrista

Entre ellos se reparten el control militar, político y económico de la isla sin dejar margen a ningún resquicio democrático.

José Ramón Machado
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La corte del castrismo está integrada por hombres fieles de la revolución y familiares de Raúl y Fidel. Entre ellos se reparten el control militar, político y económico de la isla sin dejar margen a ningún resquicio democrático.

La corte del castrismo está integrada por hombres fieles de la revolución y familiares de Raúl y Fidel. Entre ellos se reparten el control militar, político y económico de la isla sin dejar margen a ningún resquicio democrático. Los expertos apuntan al hijo de Raúl Castro, Alejandro, como el posible sucesor al tiempo que se desvanecen las esperanzas de que sea el civil Díaz Canel quien asuma el poder tras el deceso del dictador. El ala dura está representada por el veterano militar José Ramón Machado

Alejandro Castro Espín, hijo de Raúl

El «delfín» negociador del clan

Es el único hijo varón del líder cubano. Alejandro Castro Espín (51 años) es el hombre en la sombra de Raúl Castro y su asesor personal. Está a cargo de la coordinación de los servicios de inteligencia del Ejército y del Ministerio del Interior. Su figura ha emergido en los últimos años y ha formado parte del equipo negociador con Washington para implementar el proceso de deshielo. De hecho, acompañó a su padre durante su reunión con el presidente Obama en Panamá en abril de 2015 y ocupó el tercer lugar en el protocolo. Ingeniero y doctorado en relaciones internacionales, en 2009 publicó un ensayo de 300 páginas titulado «El imperio del terror», donde describía con detalle la opresión estaodounidense. Antes del VII Congreso del Partido Comunista del pasado mes de abril se especuló con que Alejandro ascendiera en la estructura de poder, pero no ocurrió así. No es miembro del Comité Central ni ministro ni general. Sin embargo, en la Prensa se le denomina «el delfín» del castrismo, ya que estaría siendo «entrenado» para continuar la dinastía familiar cuando su padre se retire, según ha anunciado, en 2018. Entre la disidencia es una persona que suscita mucho recelo ante las políticas continuistas que defiende.

Luis A. Rodríguez, ex yerno de Raúl

Empresario y «dueño» de la isla

El ex yerno de Raúl Castro, Luis Alberto Rodríguez, se casó hace 20 años con Deborah Castro. Si se quiere hacer negocios en la isla, primero hay que hablar con Rodríguez. Él dirige Gaesa, el Grupo de Administración de Empresas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, el conglomerado empresarial más potente de Cuba. En 2014 fue ascendido a general de brigada. No forma parte sólo del círculo de confianza de los Castro, sino también del familiar. El padre de dos de los nietos de Raúl (uno de ellos, también llamado Raúl, es guardaespaldas del líder cubano) es muy esquivo con la Prensa a pesar de que las empresas que administra suponen entre el 50% y el 80% de todos los ingresos totales de Cuba. Según un reportaje de investigación realizado por Bloomberg, Rodríguez posee «el mayor emporio de negocios en Cuba, un conglomerado que comprende al menos 57 empresas propiedad de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y operadas bajo un rígido régimen de metas financieras desarrolladas durante decenios. Es un elemento decididamente capitalista, profundamente incrustado en la Cuba socialista». En su poder están la mayoría de hoteles, restaurantes y locales nocturnos de la isla caribeña.

Miguel Díaz-Canel, vicepresidente

Un líder civil sin respaldo militar

En 2013, Miguel Díaz-Canel, un líder civil que frisaba los cincuenta años, fue nombrado vicepresidente del Consejo de Estado en sustitución del histórico dirigente Machado Ventura. Ex ministro de educación superior, ha abogado por una Prensa oficial más crítica y se ha relacionado con los cubanos más jóvenes que anhelan un mejor acceso a internet y más oportunidades económicas. A menudo dirige delegaciones extranjeras, pero no está claro cuánta influencia tiene con los militares. Hay quien lo ha denominado «un reformador», aunque cualquier acepción de esta palabra en el marco del régimen castrista suena cuando menos exagerado. Alto y con pelo canoso, quienes le han tratado aseguran que es una persona que «sabe escuchar» y que siempre se muestra muy «sencillo». Es más, entre las mujeres isleñas se le conoce como el «Richard Gere» caribeño. Fue profesor universitario en Villa Clara, dirigente de la Unión de Jóvenes Comunistas en esa provincia, y ocupó el segundo puesto nacional de la rama juvenil del Partido Comunista de Cuba en 1993. Su experiencia militar se limita al servicio militar de tres años en unidades de misiles antiaéreos.

Mariela Castro Espín, hija de Raúl

Una sexóloga en la corte castrista

Sexóloga de referencia en Cuba, es la segunda hija de Raúl Castro. Dirige el Centro Nacional de Educación Sexual del país (CENESEX) y la revista «Sexología y Sociedad». Entre sus méritos se encuentra la lucha para ampliar los derechos de los homosexuales en la isla. Se convirtió en miembro del Parlamento del país en 2013 y su inclinación liberal y su franqueza han llevado a algunos en Cuba a preguntarse si está destinada a un mayor papel en el régimen. Mariela, de 54 años, está casada con un fotógrafo italiano y suele acudir a eventos culturales y veladas diplomáticas en La Habana. Su presencia es habitual entre grupos juveniles y junto a activistas lesbianas, gays y transexuales. Fue en diciembre de 2013 cuando Castro Espín votó en contra de una nueva ley laboral, alegando que no fue lo suficientemente lejos para proteger los derechos de los homosexuales, un insólito acto de rebelión en el legislativo, que invariablemente vota por unanimidad. «Se esperaba que la revolución cubana no tuviese ningún defecto, pero me molestaba que no fuese capaz de superar los prejuicios homofóbicos», dijo Mariela durante la emisión de un documental que fue emitido la semana anterior a la muerte de su tío.

Leopoldo Cintra, ministro de Defensa

Un «fidelista» que se alzó a los 12 años

El general Leopoldo Cintra Frías, ministro de Defensa de Cuba, se unió al Ejército rebelde cuando tenía 12 años. Después de la revolución de 1959, estudió la carrera militar en Checoslovaquia y en la Unión Soviética y fue destinado en Angola y Etiopía. Tiene un bajo perfil público y se cree que siempre ha sido respetado y admirado por los hermanos Castro, aunque los analistas han repetido de él que es más «fidelista». Miembro del buró del Partido Comunista y del Consejo de Estado, Cintra (75 años) es un «soldado de soldados, a diferencia de esos otros militares convertidos en tecnócratas del régimen. Hijo de un campesino, de joven militó en la Agrupación de Jóvenes Esperanza de la Fraternidad, una organización juvenil en la que se inició la conspiración contra el Fulgencio Batista. «Me inicio en los quehaceres revolucionarios después del desembarco del Granma, de lo que me enteré por la revista Bohemia. El ataque al cuartel Moncada me fue indiferente», explicó en una entrevista publicada en la gaceta ofical «Granma» en la que subrayaba su orgullo de haber formado parte de la Revolución. Entre sus aspiraciónes: «En lo militar, ser piloto y en la vida civil, administrador de un hotel». Algo que en Cuba no es incompatible.

José Ramón Machado, ex vicepresidente

El ortodoxo revolucionario de los barbudos

Segundo secretario del Partido Comunista de Cuba (del que fue fundador) y ex primer vicepresidente del Consejo de Estado, José Ramón Machado (86 años) es definido como un comunista del ala dura y veterano de la revolución. En 2008, fue elegido por Raúl Castro para ser su segundo al mando, cargo que mantuvo hasta que en el año 2013 fue reemplazado por Miguel Mario Díaz-Canel. Sin embargo, pese a ser apartado de la vicepresidencia, nunca fue desplazado del núcleo de poder. De hecho, en los actos oficiales siempre está cerca de Raúl. Entre las voces que piden más reformas por parte del régimen castristra preocupa que su figura siga estando tan cerca del presidente ya que representa una victoria de la ortodoxia sobre la reforma. Entre sus cargos más relevantes se encuentra el de ministro de Salud Pública. En los años de la dictadura de Fulgencio Batista, se integró en la Federación Estudiantil Universitaria que batalló contra el mandatario y más tarde se sumó al Movimiento 26 de Julio. Durante el levantamiento contra Batista, Machado trabajó a las órdenes del comandante Ernesto Che Guevara, integrado en la Columna 4.