El pacto con Bruselas fractura al Partido Conservador británico

Cameron defiende ante el Parlamento la negociación con la UE acosado por los «tories» euroescépticos. Hasta cinco de sus ministros están dispuestos a apoyar la campaña a favor del «Brexit».

El «premier» David Cameron ha pasado toda su carrera política intentando complacer a los diputados más euroescépticos de su partido. Por ellos se comprometió a reducir la inmigración. Por ellos dijo que había que restringir los subsidios a los comunitarios. Y por ellos convocará el referéndum sobre la permanencia de Reino Unido en la UE. Sin embargo, nada parece suficiente. El líder «tory» tuvo que defender ayer en la Cámara de los Comunes la propuesta que se ha presentado en Bruselas para llegar a un acuerdo y evitar el temido Brexit. Durante dos intensas horas de debate, respondió a las preguntas, pero fueron sus propias filas las que se mostraron más críticas con un texto que, a su juicio, no cumple las expectativas levantadas.

El Partido Conservador está completamente dividido. Mientras muchos parlamentarios están dispuestos a dejar a un lado sus reticencias para apoyar a su líder, otros están decididos a hacer campaña para salir de la UE. Entre ellos, se encontrarían hasta cinco ministros de alto nivel. Así lo advirtió ayer Liam Fox durante una entrevista a la BBC. El que fuera responsable de Defensa señaló que «varias personas que forman parte del Gabinete» quieren salir del club. «No sé exactamente cuántos, pero sé con certeza de cuatro o cinco», señaló. Los rotativos no tardaron en publicar sus apuestas. La titular de Interior, Theresa May, ha sorprendido mostrando su apoyo al primer ministro, por lo que la campaña «Abandonar UE» ha puesto ahora sus ojos en Boris Johnson. El alcalde de Londres y uno de los favoritos para suceder a Cameron, es claramente euroescéptico. De momento, no se ha pronunciado sobre con quién hará campaña, pero ayer acaparó toda la atención en Westminster. Antes del debate, calentó los ánimos recalcando que el «premier» estaba realizando «lo mejor de un mal trabajo». Luego, durante el turno de preguntas, puso al primer ministro contra las cuerdas pidiendo explicaciones sobre cómo iba a restaurar la soberanía nacional. «No estoy diciendo que el borrador sea perfecto. No estoy diciendo que la UE será perfecta si se llega a un acuerdo. No lo será. Pero, ¿la posición británica será más fuerte y mejor? Sí, sin duda», respondió el líder «tory».

El «premier» ha dado libertad de voto a sus ministros para que puedan hacer campaña. Eso sí, les ha pedido que esperen hasta que se llegue a un acuerdo entre los Veintiocho. Pero, en este sentido, muchos se muestran molestos porque consideran que Cameron sí ha empezado a defender su postura. No en vano, el martes, mientras el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, presentaba en Bruselas el borrador, el «premier» daba un discurso en una fábrica de Chippenham (Inglaterra) recalcando que Reino Unido estaría mejor dentro de un club reformado que fuera.

El líder de la oposición, Jeremy Corbyn, le echó ayer en cara que no estuviera en Londres dando explicaciones sobre el documento. Pero lo cierto es que Cameron no tiene mucho de que preocuparse, ya que, a pesar de que los laboristas sacaron punta a su propuesta, prefieren que el país esté dentro del club. «El Partido Laborista está comprometido en mantener a Reino Unido dentro de la UE, porque creemos que es el mejor marco para el comercio europeo y la cooperación en el siglo XXI, y redunda en los mejores intereses de los ciudadanos de este país», señaló Corbyn.

A día de hoy, la mitad de los británicos aboga por abandonar el bloque. La inmigración sigue siendo el problema que más preocupa en la calle y, en este sentido, los expertos aseguran que restringir los subsidios a los comunitarios hasta que paguen impuestos durante un periodo de cuatro años no ayudará a reducir por debajo de 100.000 la migración neta. En 2015, la cantidad total de inmigrantes menos la cantidad de emigrantes fue 180.000.

Durante su comparecencia en los Comunes, Cameron enfatizó que Reino Unido será más «próspero», «más influyente» y «más seguro» como miembro de la Unión. «La cuestión es cómo tendremos más éxito, cómo será más próspero el país, cómo crearemos más empleo, cómo seremos más influyentes en las reglas que moldean la economía global y que nos afectan, cómo estaremos más seguros», planteó. Por otra parte, explicó que los pormenores de las concesiones incluidas en el borrador, que tendrán que ser aprobadas por los Veintiocho, se tendrán que «concretar» durante una «intensa» ronda de negociaciones, que tendrá con los líderes de la UE antes de la próxima cumbre europea del 18 y 19 de febrero. Aunque no existe ninguna fecha cerrada de momento, el primer ministro ha sugerido que la consulta podría celebrarse en los próximos meses. La Prensa señala el 23 de junio.

Los ministros principales de Escocia, Gales e Irlanda del Norte han escrito a Cameron mostrándole su preocupación al respecto, ya que la campaña coincidiría con las elecciones regionales y añadiría «confusión» en «un momento donde hace falta claridad». El «premier» insistió ayer en que los electores serían «perfectamente capaces» de distinguir entre dos votaciones distintas. Downing Street quiere evitar a toda costa que el plebiscito tenga lugar después de verano. Si durante los meses de julio y agosto llega otra oleada de inmigrantes –tal y como está previsto–, la situación podría llevar a la ruptura definitiva entre Londres y Bruselas.