Extrema derecha

La ultraderecha supera a Angela Merkel en su feudo

AfD irrumpe como segunda fuerza política en el estado clave de Mecklemburgo, por detrás de los socialdemócratas

Leif-Erik Holm, líder del xenófobo AfD vota hoy en un colegio de Barner Stueck.
Leif-Erik Holm, líder del xenófobo AfD vota hoy en un colegio de Barner Stueck.larazon

AfD irrumpe como segunda fuerza política en el estado clave de Mecklemburgo, por detrás de los socialdemócratas

Los mayores temores de la canciller Angela Merkel se hicieron realidad ayer en las elecciones regionales del «land» en el que está inscrita, Mecklemburgo Antepomerania. Su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU) sólo fue el tercero más votado, por detrás del socialdemócrata SPD y, lo que supone un golpe mayor para la canciller, incapaz de alcanzar a la ultraderecha populista, representada por el partido Alternativa para Alemania (AfD), que consiguió un importante respaldo en unas elecciones altamente significativas.

Con el 30,3% de los votos, los 1,3 millones de ciudadanos llamados ayer a las urnas volvieron a elegir por cuarta vez consecutiva al SPD como fuerza más votada, 9,2 puntos por encima del partido que ha fomentado el discurso antiinmigración, AfD, que obtuvo en Mecklemburgo el segundo mejor resultado de su historia (21,1%) y pasa a formar parte de nueve de los 16 parlamentos regionales. La política de asilo de Merkel le ha costado un amargo castigo a la CDU, que sólo logró convencer al 19,3% de los votantes, su mínimo histórico en la región. A estos tres partidos le siguen Die Linke, la principal formación de la izquierda con un 12,6%, Los Verdes con un 5% y el Partido Nacionaldemocrático de Alemania (NPD), de orientación neonazi y afines a AfD, con un 3,5%.

Pocas veces unas elecciones regionales causaron tantas expectativas y resultaron tan simbólicas como las celebradas ayer en esta tranquila región báltica. Vistas como un representativo barómetro de los comicios regionales que se celebrarán dentro de un año, la votación estuvo fuertemente marcada por la crisis migratoria que ha dividido al país entre el lema aperturista de Angela Merkel y quienes se oponen a las entradas masivas de refugiados. Se trata además del primer escrutinio en Alemania desde que el país sufriera a mediados de julio una sucesión de violentos atentados, dos de ellos reivindicados por primera vez en suelo germano por el grupo terrorista autodenominado Estado Islámico (EI).

El vencedor moral de esta jornada electoral, AfD, ha sido el partido que mejor ha capitalizado la preocupación y el miedo al refugiado que se ha ido acrecentando en Alemania, lo cual le ha llevado a recoger muchos votos de la derecha tradicional, que reclama un cambio, y a movilizar a muchos de los ciudadanos que no votaron en 2011, ya que la participación en estos comicios creció en 9,5 puntos respecto a los anteriores. No es la primera vez que la AfD se posiciona como segunda fuerza –ya lo hizo en el mes de marzo en Sajonia-Anhalt con un increíble 24,1%–, pero el partido eurófobo sí logró hacer historia ayer al adelantar a la CDU, algo que no había sucedido hasta el momento.

Además, la cita electoral de ayer coincidía con el aniversario de la decisión de Berlín y Viena de abrir las puertas a los miles de inmigrantes hacinados en las estaciones de Hungría. Uno de los hechos más simbólicos de la crisis migratoria, que marcó el inicio de la pérdida de apoyos a Angela Merkel y la sucesión de acusaciones por haber creado un «efecto llamada» que ha desestabilizado a Europa. Con este revés histórico, el partido de Merkel registra el cuarto batacazo electoral en lo que va de año, después de las grandes pérdidas en los comicios de Sajonia-Anhalt, Baden-Wurtemberg y Renania Palatinado en marzo.

El candidato de AfD en la región, Leif-Erik Holm, estimó que «hemos conseguido vencer a la CDU y esto puede ser el principio del fin de Angela Merkel». Para Frauke Petry, líder del partido, estas elecciones han sido «una clara señal en contra de los partidos tradicionales». Por su parte, el secretario parlamentario de la CDU a nivel federal, Michael Grosse-Brömer, ha definido el resultado de las elecciones como una bofetada al Ejecutivo. «Hemos tomado nota», señaló.

En Mecklemburgo , una región al noroeste de Alemania fundamentalmente agrícola, la preocupación por las llegadas migratorias ha ido en ascenso, a pesar de que no ha recibido un gran número de refugiados según la ley de reparto (22.000 para 1,6 millones de habitantes), lo que se ha reflejado en las elecciones de ayer. A pesar de que el discurso antiinmigración ha calado en la región, AfD no ha logrado desbancar al partido socialdemócrata, que gobierna desde 1998 en coalición con otros partidos, aunque el SPD sí ha registrado una caída de 5,4 puntos respecto a 2011.

La jornada concluyó con una clara advertencia para Angela Merkel, quien el pasado miércoles se mantuvo en el «podemos hacerlo» que ha marcado su política de asilo. El próximo examen tendrá lugar en la capital del país, Berlín, donde los ciudadanos serán llamados a renovar el Parlamento regional. Los últimos sondeos publicados muestran que, con un 15% de los votos, AfD puede irrumpir también con fuerza en estos comicios que se celebrarán el próximo día 18 de septiembre.