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El plan ruso para anexionar Crimea

Los estragos de los combates de los últimos días en Donetsk
Los estragos de los combates de los últimos días en Donetsklarazon

Moscú programó la invasión de la península ucraniana antes del derrocamiento de Yanukovich, según revela un documento confidencial filtrado por la Prensa.

Un documento confidencial del Kremlin al que ha tenido acceso la revista opositora «Novaya Gazeta» probaría que la anexión rusa de Crimea no fue una reacción visceral e improvisada de Putin al derrocamiento en Kiev de su aliado Viktor Yanukovich, sino que respondió a un minucioso plan trazado semanas antes. Según ese plan, por ejemplo, la amenaza a la minoría rusoparlante de la península y el supuesto riesgo de que la OTAN tomase la base de la flota rusa del mar Negro en Sebastopol respondían a una premeditada campaña de relaciones públicas.

El Kremlin era consciente de que, según la Constitución ucraniana, la independencia de una región, pasaba necesariamente por un referéndum en todo el territorio del país (caso, pues, similar al de Cataluña) y se daba por hecho que nunca obtendría un resultado positivo. Así, Moscú optó por tomar la iniciativa y promover una campaña de miedo, antesala de un referéndum regional. El texto señala dos regiones como objetivos prioritarios a anexionar, Crimea y Jarkov, esta segunda también de mayoría rusófona, fronteriza con Rusia y cuya capital es la segunda ciudad más poblada del país. En Jarkov, por cierto, el Parlamento local rechazó ayer una resolución, similar a la aprobada en la Rada de Kiev, para declarar a Rusia país invasor.

«Es necesario preparar las condiciones para la celebración de referendos regionales en Crimea y Jarkov para votar sobre su autodeterminación y la posibilidad adicional de unirse a Rusia», reza el documento, que concede gran importancia estratégica al control sobre el tránsito de gas hacia Europa. «La incorporación de territorios supondrá una carga presupuestaria con efectos inmediatos negativos a nivel macroeconómico, pero será una gran victoria desde un punto de vista geopolítico, pues se sumarían al país recursos demográficos e industriales», vaticina el texto, que presenta a Yanukovich como socio amortizado: «Los acontecimientos en Kiev muestran que su tiempo en el poder puede terminar en cualquier momento». «Es un hombre sin moral», dice el texto en referencia a los escándalos de corrupción y al enriquecimiento ilícito de su familia, y añade que «tiene miedo a ceder el cargo, está obsesionado con la inmunidad». «Su régimen se encuentra en quiebra, ha perdido el control político del país. El apoyo diplomático y financiero ruso a su causa ya no tiene sentido», reza el documento, que pronostica la acentuación de las diferencias entre el este rusófono y el oeste proeuropeo, y presenta como «inevitable» la desintegración del país, momento en el que Rusia entraría en escena.

En referencia al movimiento del Maidán, el informe denuncia el patrocinio de oligarcas ucranianos, que estaban jugando a dos bandas «para no poner todos los huevos en la misma cesta», así como de los servicios secretos británicos y polacos. Ese relato ha cambiado, y Rusia acusa ahora de «golpe de Estado» del Maidán a Washington, una versión más simple y efectiva desde el punto de vista propagandístico. «Novaya Gazeta» cita al oligarca conservador ruso Konstantin Malofeiev como autor intelectual del controvertido documento. El Gobierno, por su parte, desacreditó el texto. «No sé si el plan existe ni quién podría ser el autor, pero puedo asegurar que no tiene nada que ver con el Kremlin», argumenta Serguei Narishkin, presidente de la Duma.