Venezuela

Punto final a la democracia en Venezuela

El secretario general de la OEA envía una carta al preso político Leopoldo López en la que tacha al régimen chavista de «corrupto e intimidatorio». Mercosur se opone a que el Gobierno de Maduro ocupe la presidencia rotatoria de la organización por las violaciones de derechos humanos

Leopoldo López, en una de las celdas de la prisión militar de Ramo Verde, Caracas
Leopoldo López, en una de las celdas de la prisión militar de Ramo Verde, Caracaslarazon

El secretario general de la OEA envía una carta al preso político Leopoldo López en la que tacha al régimen chavista de «corrupto e intimidatorio»

Mercosur se opone a que el Gobierno de Maduro ocupe la presidencia rotatoria de la organización por las violaciones de derechos humanos. Lea la Carta abierta a Leopoldo López

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, que se ha convertido en uno de los mayores enemigos del régimen chavista, volvió a denunciar la corrupción y la violencia que imperan en Venezuela, señalando que la ratificación de la condena contra el opositor Leopoldo López marcó el final de la democracia en ese país. «Ningún foro regional o subregional puede desconocer la realidad de que hoy en Venezuela no hay democracia ni Estado de Derecho», escribió Almagro en una carta abierta a López (que se la hizo llegar a prisión) y a quien llamó «amigo». «Te soy sincero, en un principio, tras tu detención, no sabía que eras un preso político. El Gobierno había convertido la mentira en verdad continental. Pero cuando vi la sentencia, asimilé palabra tras palabra la dimensión del horror político que vive tu país. La sentencia que reafirma tu injusta condena marca un hito, el lamentable final de la democracia en Venezuela», indicó. En la misiva de ocho páginas, Almagro resalta el clima de «intimidación» contra los opositores en Venezuela y la corrupción de altos funcionarios, y llama a la realización del referéndum revocatorio contra Nicolás Maduro.

El 12 de agosto, la Justicia venezolana rechazó una apelación de la defensa y confirmó la condena de 14 años impuesta en septiembre de 2015 a López. En los últimos meses, Almagro ha insistido en la realización del revocatorio este año. A finales de junio, el secretario general denunció la situación venezolana en un demoledor informe ante el Consejo Permanente de la OEA, activando la Carta Democrática Interamericana. Ese documento faculta a los países de la región a estudiar mecanismos para aliviar el enfrentamiento político en Venezuela. Pero en última instancia contempla la suspensión del país de la organización.

Sin embargo, el enfrentamiento de Venezuela con la OEA no es sino uno más de los frentes abiertos que tiene el oficialismo en política exterior. Las alianzas internacionales que creó Hugo Chávez se desmoronan tres años después de su muerte. Sin petrodólares para comprar aliados y con la izquierda de capa caída en el continente, el actual Gobierno de Venezuela se encuentra cada vez más solo. Ayer, los coordinadores del Mercosur se reunieron en Montevideo (Uruguay) con la esperanza de desenredar el conflicto que ha puesto al bloque suramericano al borde de la parálisis con el Gobierno de Maduro en el ojo del huracán. La reunión se llevó a cabo en el contexto en el que Venezuela se declara a cargo de la presidencia del bloque, pero sin el acuerdo de sus socios y con la pública resistencia de Argentina, Brasil y Paraguay, que acusan a Caracas de haber incumplido los compromisos asumidos en los acuerdos de adhesión. Uruguay dio por terminada su gestión en la presidencia del bloque a finales de julio, sin que mediara un acto formal de traspaso a Venezuela, que debía heredarla por orden alfabético. El país caribeño asumió el cargo de manera «automática» en un gesto no reconocido por Argentina, Brasil y Paraguay, que consideran que dicho cargo está «vacante». Al cierre de esta edición, aún no se había hecho público el veredicto.

El ministro de Exteriores paraguayo, Eladio Loizaga, declaró ayer que la reunión de coordinadores del Mercosur era la definitiva: «La presidencia de Mercosur no será ejercida por Venezuela. Hay un «impasse», hay una acefalía y lo tenemos que solucionar». Por su parte, el Parlamento de Paraguay aprobó ayer un documento de rechazo a que Venezuela asuma la presidencia del organismo suramericano. El documento también instaba a los parlamentos del resto de los miembros de la organización a fijar una posición común. El único aliado del chavismo que le queda, es Uruguay. Mercosur atraviesa una de sus peores crisis desde su fundación en 1991, sólo equiparable a la que generó la suspensión de Paraguay en 2012 después de un juicio parlamentario que destituyó al presidente de izquierda, Fernando Lugo. Allí, en una cumbre presidencial incompleta, Uruguay, Argentina y Brasil resolvieron el ingreso de Venezuela como miembro pleno.

El jefe de la diplomacia brasileña, José Serra, asegura que «Venezuela vive bajo un régimen autoritario, no democrático», mientras que desde Paraguay se pide a Caracas que libere a los opositores políticos que se encuentran en prisión. Por su parte, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, acusó a Argentina, Brasil y Paraguay de formar «la triple alianza de torturadores de Suramérica». «El Gobierno interino brasileño es una dictadura impuesta», añadió, para después tildar a Macri de «fracasado» y al Gobierno de Horacio Cartes en Paraguay de «oligarquía corrupta».

En contra

- Argentina, Brasil y Paraguay han mostrado su rechazo total a que Venezuela asuma la Presidencia del Mercosur, alegando la situación política y de derechos humanos que vive el país por culpa del régimen chavista.

A favor

- Uruguay. El presidente Tabaré Vázquez ha mostrado una férrea defensa para que se produzca el traspaso de la presidencia pro témpore a Maduro. Bolivia aún no puede votar porque está en proceso de adhesión.