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El Senado lanza su plan contra el Obamacare

Elimina la obligatoriedad de contratar un seguro médico y recorta la ayuda a los más pobres, pero divide a los republicanos.

EN CAMPAÑA. Donald Trump durante un acto en Iowa, donde defendió el borrador sanitario del Senado
EN CAMPAÑA. Donald Trump durante un acto en Iowa, donde defendió el borrador sanitario del Senadolarazon

Elimina la obligatoriedad de contratar un seguro médico y recorta la ayuda a los más pobres, pero divide a los republicanos.

La batalla final para la reforma sanitaria de Donald Trump dio comienzo ayer en el Senado. Con ella pretende derogar la ley de su antecesor, Barack Obama, conocida popularmente como «Obamacare», que ha dado cobertura a 20 millones de ciudadanos que estaban fuera del sistema hasta hace pocos años. Este plan presentado por el Senado va a reeditar la batalla que republicanos y demócratas mantuvieron en 2009 a cuenta precisamente de la reforma sanitaria. La división, sin embargo, también afecta a los senadores del Partido Republicano, donde no todos están convencidos de las bondades del proyecto, ya que muchos de sus votantes podrían perder sus derechos.

El borrador de 142 páginas plantea derogar la obligatoriedad de adquirir un seguro médico, el capítulo más impopular de la reforma de Obama. Asimismo, recorta el programa de Medicaid (seguro para las personas de bajos ingresos) y retira los fondos a la planificación familiar. Además, ofrece más margen a los estados si no desean cubrir ciertos tratamientos médicos, entre ellos los destinados a las mujeres embarazadas o personas con problemas mentales. El texto prevé un recorte de impuestos, especialmente a los más ricos, para sufragar los programas sanitarios.

La versión del Senado, al igual que la de la Cámara de Representantes que fue aprobada hace un mes, retira progresivamente los fondos que el Gobierno federal ha suministrado en los últimos años a los estados como incentivo para expandir el Medicaid.

Este último proyecto ha estado envuelto en polémica porque se redactó en secreto durante semanas por un pequeño grupo de 13 legisladores capitaneados por el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, y ha suscitado dudas y divisiones en el propio partido conservador, que quiere aprobarlo antes de que acabe el mes. Está previsto que sea sometido a debate la próxima semana y posteriormente a votación. Para ello, McConnell ha decidido tramitar la propuesta mediante un procedimiento presupuestario que le permite aprobarlo con el apoyo de apenas 50 senadores, en lugar de los 60 que requieren generalmente los proyectos de ley en la Cámara Alta. Pero hay un grupo de senadores republicanos, en cuyos estados ha crecido el programa de cobertura del Medicaid, que están preocupados por los efectos que este plan podría tener sobre sus votantes. En el lado contrario, también hay otros senadores conservadores, como Ted Cruz y Rand Paul, que se han opuesto a la medida porque creen que no va lo suficientemente lejos en el desmantelamiento del Obamacare.

Trump, no obstante, ve con buenos ojos el texto, después de haber calificado de «mezquino» el aprobado por la Cámara de Representantes, un plan que, según la oficina de presupuesto del Congreso, provocaría que 23 millones de personas perdieran la cobertura médica en diez años. «No puedo garantizar nada, pero espero que podamos sorprenderles con un plan muy bueno. Lo que yo quiero es un plan con corazón», dijo Trump en un discurso en Iowa el miércoles. Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, declaró en una rueda de prensa que el proyecto del Senado es muy similar a la versión de la Cámara Baja, lo cual es «muy bueno», y enfatizó que el Obamacare «ha colapsado». Los demócratas acusan a los republicanos de sabotear el Obamacare con sus amenazas al presupuesto.