«Es denigrante que Podemos haya cobrado de una Venezuela quebrada»

Está en España como parte de una gira que le ha llevado a Estados Unidos, Latinoamérica y ahora Europa. Miguel Henrique Otero es el director del único periódico independiente de Venezuela, «El Nacional». Teme que cuando regrese a su país, le retiren el pasaporte y no descarta que le detengan. Todo por haber publicado la conexión del presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, con el narcotráfico. Por ello se ha convertido en una voz autorizada para denunciar «las violaciones de derechos humanos que viven día a día los venezolanos». Cuenta a LA RAZÓN que «la presión en Venezuela se hizo insostenible, para mí eso es intolerable. Es un pilar de la democracia, sin ella lo que hace es aumentar el peso del autoritarismo». En Madrid ha participado en el Campus FAES.

–Ya hay fecha para las elecciones en Venezuela, el 6 de diciembre. Son unas elecciones legislativas, pero ¿cree usted que es un primer paso para el cambio en el país?

–No son unas elecciones que cambien lo fundamental, no cambia el régimen sino la Asamblea. Ganarle al chavismo sería un punto muy importante, porque creo que ellos no están preparados para esa derrota, han aprobado todas las leyes ahora y hasta el momento han tenido el 66% de los votos de la Asamblea. Han aprobado una serie de leyes, entre ellas las del Estado comunal, que, por cierto, ayudó a redactarlas la gente de Podemos, con las que han expropiado a un gran número de personas. Ahora frente a las legislativas son conscientes del gran reto al que se enfrentan, su imagen ha quedado fuertemente dañada, la opinión pública empieza a dudar de ellos.

–¿Qué garantías de transparencia pueden tener estas elecciones sin observadores internacionales?

–Ninguna garantía, no quieren que asistan observadores internacionales. Los opositores siguen en las cárceles, hay en total 77 presos políticos. Tienen a la población aterrorizada, no hay medios independientes. Al 60% de los venezolanos no le llegan sino los medios oficiales, medios autocensurados de radio y televisión. En este contexto, me pregunto yo, cómo van a presentar los candidatos sus propuestas si no pueden hablar mal del Gobierno. Lo que les dicen es, sí, presenta tus propuestas, pero no hables mal de Maduro ni de su gente. Las trampas permiten reducir el margen de pérdida de poder. El registro electoral permanente está sin auditar desde hace mucho tiempo. Vamos a suponer que hay un venezolano que se fue hace 15 años del país, ellos saben que no ha votado, y le dan su identificación a otra persona para que se haga pasar por ti y vote en tu nombre. Esto es un claro fraude y está pasando en Venezuela. En los centros itinerantes, en los pequeños pueblos, ahí donde no existe ningún tipo de control, el 99% de los votos son para el chavismo y el 1% para la oposición, esto es un verdadero problema. Hay que regular el censo para que gane quien la gente quiera que gobierne en realidad. El tema de la represión también es importante. Le dicen a la gente que por medio de la huella saben a quién han votado, cosa que asusta a los sectores más populares. Les dicen, si tu no votas por el Gobierno te vamos a quitar la vivienda y nunca más volverás a ver una ayuda. Con los empleos públicos pasa lo mismo. Son elementos de desequilibrio de ventajismo que les dan a ellos un margen del 10 al 15%. Si la oposición gana con el 80% y ellos con el 20% es malo, pero no le permitiría a la MUD lograr una mayoría cualificada. Aunque no ganen estas elecciones, estas trampas hacen que para ellos el margen se reduzca y que la oposición no pueda hacer verdaderos cambios.

–Hay una clara diferencia entre el chavismo y la oposición, pero dentro de los contrarios a Maduro existen muchas divisiones, ¿cree que lograrán zanjar estas diferencias para estas elecciones?

–La oposición se unió en lo que se llama la MUD, ha logrado una plataforma electoral unitaria, y si les preguntas por sus ideales, son los mismos. Pero también es verdad que dentro de ellos existen muchas diferencias. Creo que el problema más grande que tienen es que algunos tienen mucho afán de protagonismo y no hay un líder claro a quien seguir, sino varios. No hay una visión estratégica común contra la dictadura, por lo que para la gente es complicado saber a dónde quieren llegar.

–¿Hasta qué punto puede llegar la corrupción dentro de la élite del chavismo?

–En Venezuela los poderes públicos están secuestrados por el Gobierno. Mi país ha hecho de la corrupción una política de Estado. Chávez implantó un sistema en el que delegaba en el cargo a una persona para que ésta se hiciera rica sin ningún control. La cantidad de funcionarios que han participado en alguna trama de corrupción es gigantesca. En la cuestión del narcotráfico es distinto, somos el mayor puente de la droga en América, y eso que producimos una pequeña cantidad. El origen de esto son las alianzas geopolíticas que hicieron Chávez y guerrillas como las FARC. Venezuela ha sido el territorio que estos grupos armados han utilizado como han querido porque tienen el respaldo del Gobierno. Es un Gobierno corrompido por el narcotráfico.

–Y en cuanto a las investigaciones que se centran en Diosdado Cabello...

–El oficialismo ha salido en tromba diciendo que Diosdado Cabello es inocente de todos los vinculos que investiga la Fiscalía de Nueva York, pero quiénes son ellos para decir eso, ellos no están dentro de la investigación. Los medios que publicamos dichas investigaciones sólo nos hicimos eco de ellas, no somos quienes tenemos que acusar o no a Cabello, no es nuestro papel. Controlar los medios es autoritarismo; en Venezuela Podemos trabajó para diseñar el «Estado comunal», un modelo en el cual la estructura burguesa del Estado, que son las alacaldías, las gobernaciones, la Asamblea Nacional se va sustituyendo por el «Estado comunal». Lo mismo que los soviets en la Unión Soviética. Se resume en que el contol político total lo tiene el Gobierno. Es denigrante que gente de Podemos cobrara grandes cantidades de dinero cuando la gente no encuentra leche ni huevos en el supermercado y que ellos mismos crean en ese sistema de gobierno. En el proyecto de las comunas, había un equipo en el que sólo participó gente que ahora está en Podemos, ahora si ellos pudieron redactar ese tipo de cosas, no quiero ni pensar lo que quieren hacer en España. Nosotros al principio decíiamos: no vamos a ser Cuba, imposible. Ahora los españoles dicen: cómo vamos a ser Venezuela, eso es en Latinoamérica. Pero cuidado, porque pueden llegar a ser Venezuela.

–Pablo Iglesias es partidario del control por parte del Gobierno de los medios de comunicación, usted es testigo de esto es su país ¿cómo se traduciría esa política en España?

–Controlar los medios es autoritarismo y no tener respeto por la democracia que tanto ha costado ganar.