Política

Protestas en Hong Kong

Estudiantes y Gobierno se preparan para iniciar el diálogo en un ambiente tenso

El Gobierno y los estudiantes de Hong Kong inician mañana un diálogo, el primero desde que estallara la revuelta social y política, en un ambiente tenso, con acusaciones mutuas y enfrentamientos con la policía en las horas previas. El primer contacto entre ambos bandos se celebrará después de que este fin de semana, cuando las protestas cumplieron tres semanas y el número de manifestantes había decrecido considerablemente, se registraran los enfrentamientos más violentos entre la Policía y los activistas, con 37 detenidos y decenas de heridos, entre ellos una veintena de policías.

A ello se sumaron anoche las declaraciones del jefe del Ejecutivo de Hong Kong, Leung Chin-yung, quien aseguró en una entrevista televisada que “fuerzas extranjeras” están apoyando al movimiento Occupy, alentando las masivas protestas.

Sin dar más detalles, sus palabras han servido para “echar más leña al fuego” en un ambiente ya caldeado.

Así lo expresó hoy el secretario general de la Federación de Estudiantes, Alex Chow, que mañana se sentará en la mesa para dialogar con las autoridades, y quien tachó de “irresponsables” las declaraciones de Leung, al no mostrar ninguna prueba y hacerlo de manera previa al diálogo.

En este contexto, altos cargos del Gobierno de Hong Kong y representantes de los estudiantes en las protestas llevarán a cabo su primer cara a cara mañana, en unas conversaciones que, según lo previsto, durarán dos horas.

Además, serán abiertas a la prensa y televisadas en directo, una condición que habían impuesto los estudiantes al Gobierno.

A pesar de todo, no se espera que el encuentro acabe en acuerdos determinados, dado los antecedentes, la tensa situación que vive la ciudad y que los estudiantes son sólo una parte del movimiento de protesta.

“Es improbable que el diálogo traiga un avance, a no ser que ambos lados den un paso atrás. Todos los indicadores sugieren que el Gobierno chino no se retirará el sistema propuesto, pero no está claro cuánto margen hay para conseguir una forma más democrática de nominación de candidatos que sea aceptada por Pekín”, explicó a Efe el profesor de Política de la Universidad de Hong Kong, Peter Chung.

Según el activista David Webb, las autoridades podrían presentar la opción de reducir el peso de Pekín en la elección de candidatos a jefe ejecutivo local para que el sistema sea más democrático.

“Es su oportunidad para recuperar la confianza de la gente de Hong Kong. De la misma manera que en Hong Kong se experimenta con la internacionalización del yuan, también puede ser el laboratorio para probar la democracia”, señaló en conversación con Efe.

No obstante, tanto Webb como Chung inciden en que los estudiantes no aceptarán “cualquier oferta”.

Los jóvenes no han movido un ápice sus demandas desde que el pasado 28 de septiembre decidieran instalarse en las calles de la ciudad, prolongando una protesta que llega hoy a su vigésimo tercer día y que se ha extendido por varios puntos de la excolonia británica.

Quieren una reforma del sistema electoral que permita a los ciudadanos la libre nominación de sus candidatos para las elecciones a la jefatura de Gobierno de Hong Kong en 2017, mientras el jefe del Ejecutivo local, Leung Chun-ying, insiste en la imposibilidad de llevar a cabo su propuesta.

La demanda ciudadana tomó fuerza tras la decisión de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo chino) del 31 de agosto de dejar en manos de un comité formado por 1.200 miembros la selección de los aspirantes a las urnas, en las que, por primera vez, los hongkoneses tienen la oportunidad de ejercer su derecho al voto, para elegir, no obstante, entre candidatos que antes han sido bendecidos por Pekín.

“La ANP no va a cambiar su política hacia Hong Kong, así que ahora está en las manos de los hongkoneses”, consideró hoy a Efe Li Fan, director del Instituto de Estudios de China y del Mundo.

Li se hacía eco de lo que han estado publicando los medios chinos y defendió que el modelo de “un país, dos sistemas” por el cual la parte continental se diferencia de regiones como Hong Kong o Taiwán, sí sigue funcionando.

“Lo evidencia la actuación de las autoridades. Ni el Ejército ni la policía del Gobierno central han acudido a Hong Kong a sofocar las protestas”, opinó el analista desde Pekín, en contraposición a lo que los activistas y expertos de Hong Kong ya defienden: que, triunfen o no las protestas, el sistema ya se ha visto comprometido.