París

Hallan rastros de explosivos en los cadáveres del avión de Egyptair

Cobra fuerza la teoría de la bomba a bordo del vuelo París-El Cairo que se estrelló en mayo

El portavoz de las Fuerzas Aéreas de Egipto muestra para del fuselaje del avión del vuelo 804 de EgyptAir.
El portavoz de las Fuerzas Aéreas de Egipto muestra para del fuselaje del avión del vuelo 804 de EgyptAir.larazon

La teoría de una bomba a bordo en el avión de la compañía Egyptair que se estrelló en el Mediterráneo el pasado 19 de mayo ha cobrado fuerza tras el hallazgo hecho público ayer por las autoridades egipcias.

La teoría de una bomba a bordo en el avión de la compañía Egyptair que se estrelló en el Mediterráneo el pasado 19 de mayo ha cobrado fuerza tras el hallazgo hecho público ayer por las autoridades egipcias. El equipo investigador designado por el Ejecutivo de Abdel Fatah el Sisi para esclarecer las circunstancias que desencadenaron el siniestro encontró restos de explosivos en los cuerpos de las víctimas, según precisó el Ministerio de Aviación en un comunicado. Considerando las posibles “sospechas de que el siniestro constituya un acto criminal”, el comité se puso “a disposición de la Fiscalía”.

Aunque es la primera vez que la revelación es difundida con carácter oficial, en septiembre el diario francés Le Figaro ya indicó que técnicos franceses habían encontrado rastros de dinamita en varios fragmentos del Airbus A320, que realizaba la travesía París-Cairo cuando se precipitó al mar acabando con la vida de las 66 personas que viajaban a bordo. Los investigadores galos protestaron por las supuestas trabas impuestas por el Gobierno de Egipto para ahondar en el descubrimiento, extremo que las autoridades del país árabe han negado en repetidas ocasiones.

Ningún grupo se ha atribuido hasta la fecha el derribo del aparato. En el caso de que, efectivamente, fuera una bomba la que originó la tragedia, las pesquisas deberán aclarar si los responsables se las apañaron para burlar los controles de seguridad e introducir explosivos en un avión que había partido del aeropuerto francés Charles de Gaulle, tras realizar sendas paradas en Túnez y en Eritrea. El pasado julio, se supo que la conversación extraída del dispositivo que recoge las conversaciones de la tripulación incluía la palabra “fuego”. Los pilotos no tuvieron tiempo de realizar llamada de emergencia alguna, lo que indica que en la aeronave sucedió algo inesperado, aunque los expertos prefieren mostrarse cautos frente a la tesis del atentado terrorista: “La seridad de la investigación dependerá de las autoridades correspondientes y la arista política que le quieran dar” declaró a este periódico el experto en aviación Andrés Tremante.

El comité investigador francés ha trabajando fundamentalmente con la hipótesis del fallo técnico. Por el contrario, cuando todavía no habían sido recuperadas las cajas negras, el titular de Aviación egipcio, Sherif Fathi, se aventuró a afirmar que el tentado era la opción más probable. Un proceder el de las autoridades del país opuesto al que mostraron tras la caída del avión ruso de la compañía Metrojet en la península del Sinaí en octubre de 2015. La rama local del autodenominado Estado Islámico aseguró haber hecho estallar un explosivo casero en la aeronave, asesinando a 226 los tripulantes. Inmerso en un lento proceso de recuperación, el sector turístico sufrió un duro revés con cancelaciones de vuelos y reservas hoteleras. El Ejecutivo de Al Sisi no ha reconocido oficialmente que se tratara de un atentado, aunque el presidente fue pillado en un renuncio durante un discurso televisado en el que descartó el fallo técnico: “Quien sea que derribara el avión ruso, ¿qué pretendía? Intentaba golpear al turismo y dañar nuestras relaciones con Rusia” afirmó el mandatario.