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Hamas acepta devolver el poder en Gaza a la ANP

La organización islamista se pliega a las exigencias del líder palestino, Mahmud Abas, y se abre a formar un Gobierno de unidad.

Palestinos esperan en el tejado de un edificio en ruinas en Gaza a que sus familiares vuelvan de peregrinación a la Meca
Palestinos esperan en el tejado de un edificio en ruinas en Gaza a que sus familiares vuelvan de peregrinación a la Mecalarazon

La organización islamista se pliega a las exigencias del líder palestino, Mahmud Abas, y se abre a formar un Gobierno de unidad.

La organización integrista islámica Hamas, que desde el año 2007 gobernaba la franja de Gaza, anunció ayer que disolverá la comisión administrativa (que de hecho ejercía como un gobierno a la sombra en dicha región) y exhortó al Gobierno de unidad nacional, con sede en Ramala, a «comenzar a actuar de forma inmediata en la franja de Gaza y a ejercer allí su plena responsabilidad». En el trasfondo de esta decisión está la compleja situación que vive Gaza por las sanciones impuestas por el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas. Al cierre de esta edición, se esperaba aún su reacción oficial al anuncio de Hamas, que incluyó un llamamiento a la celebración de elecciones tanto en Cisjordania como en la Franja.

Las sanciones en cuestión –que Abas dijo que levantaría en cuando Hamas cambiara de rumbo– agudizaron la compleja crisis en Gaza, donde el alto porcentaje de desempleo y una economía que, manejada por la organización islamista, destina gran parte de los recursos a su infraestructura armada y no a la población. Las drásticas medidas del presidente Abas, que aplicó reconociendo públicamente que su intención era presionar a Hamas, comenzaron por la reducción del abastecimiento de electricidad a Gaza. Esta es suministrada por Israel, pero pagada por la ANP. Ello dejó a la población gazatí con muy pocas horas de energía al día.

Asimismo, cortó los pagos de los funcionarios del Gobierno en Gaza, jubiló a 7.000 trabajadores y dejó prácticamente de coordinar el envío de enfermos de la Franja que necesitaban tratamiento médico urgente a Israel o Cisjordania. El anuncio del grupo liderado por Jaled Mashal, con el evidente objetivo de que Abas levante las sanciones, fue el corolario de los intensos esfuerzos de reconciliación encabezados por Egipto, con el aval del propio presidente Abdel Fatah al Sisi.

Pero lo que se presentó como una concesión, como una medida tomada por Hamas para resolver una situación conflictiva, es de hecho una seria complicación para el presidente Abas. A primera vista puede parecer un paso clave hacia la resolución de los problemas entre Hamas y la Autoridad Palestina –que estalló en junio de 2007 al tomar los integristas por la fuerza el poder en la Franja echando de allí a Al Fatah–, es una nueva etapa en un tortuoso proceso de conflicto. Al llamar al Gobierno de unidad nacional en Ramala a ejercer su responsabilidad de inmediato en Gaza, lo que hace Hamas es encomendar a la ANP la solución de los problemas más candentes de la zona, sin que la organización islamista palestina haya dicho nada que indique que renuncia al control de sus Fuerzas de Seguridad en la Franja. Conociendo la dinámica entre ambas partes y la gran importancia que Hamas da a su brazo armado y a la infraestructura bélica que desarrolló en Gaza, resulta difícil concebir que el grupo ceda ese control a Al Fatah.

«Hamas no renunciará a su brazo armado, de eso no hay ninguna duda», opina Kobi Mijael, experto en la situación palestina en el Centro de Estudios de Seguridad Nacional en Tel Aviv. Sobre el significado de esta situación para Israel, este analista interpreta que en el comunicado en Gaza hay un mensaje importante que indica que Hamas tiene interés en intentar calmar la situación, incluso si no piensa doblegarse ante Al Fatah. «Aquí están indicando que no tienen interés ahora en una guerra, en una conflagración de gran envergadura», opinó Mijael, señalando que Israel, aunque está más acostumbrado a tratar con la ANP, puede, si lo necesita, hacerlo también con Hamas. El experto, que tuvo a su cargo los asuntos palestinos en el Ministerio de Asuntos Estratégicos de Israel, agrega: «No creo que esto realmente conduzca a la reconciliación palestina que se ha buscado en los últimos años sin resultado alguno».