Irán

Irán atribuye a Riad el fallo de seguridad de La Meca

Arabia Saudí insiste en que el accidente se produjo por la indisciplina de los peregrinos

Vista aérea de la ciudad de Mina, el lugar donde se produjo la tragedia
Vista aérea de la ciudad de Mina, el lugar donde se produjo la tragedialarazon

La tragedia de La Meca ha puesto en la diana de las criticas al régimen saudí. Bajo una fuerte presión, las autoridades saudíes sugirieron ayer que algunos fieles que no cumplieron las normas de control de multitudes tenían parte de la culpa por la peor estampida de peregrinos en 25 años. «Las investigaciones sobre el incidente de la estampida en Mina –que fue quizás porque algunos peregrinos se movieron sin seguir las instrucciones de las autoridades relevantes–, serán rápidas y se anunciarán como ha pasado en otros incidentes», dijo en un comunicado el ministro de Salud, Khalid al-Falih. Su acérrimo enemigo, Irán, no dudó en responsabilizar a Riad del dramático accidente que acabó con la vida de cerca de 800 peregrinos, de los cuales 131 eran nacionales iraníes. El presidente del Comité de Exteriores del Parlamento iraní culpó a los saudíes de haber bloqueado sin motivo una parte de la ruta de peregrinación.

También, el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, dijo que la «mala gestión» saudí causó la catástrofe y pidió al reino que asuma su responsabilidad. El ayatolá Jamenei respondía así a las acusaciones vertidas ayer por la prensa saudí que atribuyó a «los fieles iraníes» el haber desatado la avalancha humana en Mina. La prensa libanesa apuntó más allá y dijo que fue el paso del convoy del príncipe heredero adjunto saudí por Mina lo que ocasionó la tragedia. «Pese a la multitudinaria presencia de peregrinos, Mohamad bin Salman decidió participar en el ritual del Haj y se dirigió con un convoy escoltado por 200 efectivos militares y 150 policías hacia Mina», reveló ayer diario «Al-Diyar». Según el rotativo libanés, «La tragedia ya había comenzado. El hijo del rey dio por terminado su viaje, mientras los peregrinos se empujaban, caían y eran aplastados bajo los pies de otros miles de peregrinos», denunció un testigo al rotativo libanés.

Según la misma fuente, las autoridades saudíes «han tratado de encubrir toda la historia y de imponer un bloqueo informativo sobre la polémica presencia en los ritos del hijo del rey Salman bin Abdulaziz Al Saud», denunció a Al Diyar. La seguridad durante la peregrinación es un tema políticamente sensible para la dinastía Al Saud, ya que la familia se presenta internacionalmente como guardianes del Islam ortodoxo y custodios de los lugares sagrados de La Meca y Medina.