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Al menos 26 muertos y 322 detenidos tras las protestas en Venezuela

Se trata de la primera movilización masiva tras la ola de intensas manifestaciones que en 2017 dejaron cientos de fallecidos y heridos

Un manifestante en protesta contra el Gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro
Un manifestante en protesta contra el Gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Madurolarazon

Se trata de la primera movilización masiva tras la ola de intensas manifestaciones que en 2017 dejaron cientos de fallecidos y heridos.

El Gobierno venezolano y la oposición al presidente Nicolás Maduro midieron sus fuerzas con manifestaciones, en un día visto por el liderazgo opositor como un resurgir en su empeño por forzar un cambio de gobierno y que coincide con la celebración de los 61 años de la caída de la dictadura militar. Al menos 26 personas han perdido la vida en un encontronazo producido al sur de Venezuela: un informe de la policía confirmo que un trabajador de 30 años llamado Carlos Olivares murió al ser atacado por cuatro personas en Ciudad Bolivar que se bajaron de un todo terreno y abrieron fuego, y fue el primero en morir.

Por otra parte, al menos 322 personas han sido detenidas en el marco de las protestas registradas durante los tres últimos días en Venezuela, según ha informado este jueves la ONG Foro Penal.

En un contexto de presión internacional por el desconocimiento del nuevo mandato de Maduro y de protestas y cacerolazos en su contra, el presidente aseguró la noche del martes que quiere paz y reafirmó que nada intimida al oficialismo. La oposición ha convocado a sus seguidores a protestar en las principales ciudades del país, en lo que sería su primera movilización masiva tras la ola de intensas manifestaciones que en 2017 dejaron cientos de fallecidos y heridos. El Gobierno también ha citado en Caracas a sus seguidores para defender su revolución socialista del plan que, según Maduro, lidera Estados Unidos para derrocarlo, informa Ep.

«No quiero bono, no quiero Clap, lo que yo quiero es que se vaya Nicolás». La frase se repitió como cántico de protesta durante todo el lunes en zonas populares de Caracas, como Cotiza, al norte de la capital. Habitantes de ese barrio clamaban por un cambio de Gobierno y no por más «ayudas sociales» como dinero en efectivo o cajas de comida subsidiada, después de ser testigos del alzamiento militar que tuvo como epicentro un comando de la Guardia Nacional enclavado en ese barrio.

Lo mismo ocurrió hasta la madrugada del martes en al menos 30 puntos de la capital, en su mayoría zonas pobres, según registró el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social. Las manifestaciones antigubernamentales fueron respondidas con represión por parte de fuerzas armadas de Nicolás Maduro, especialmente en las zonas populares del centro y el oeste capitalino, habitualmente consideradas bastiones del chavismo.

También hubo presencia de colectivos paramilitares chavistas que, mostrando sus armas, amenazaban con «actuar» si las protestas continuaban. Más temprano, opositores protagonizaron varias concentraciones convocadas por diputados de la Asamblea Nacional en respaldo al Parlamento contra la usurpación de la Presidencia de la República que encabeza Nicolás Maduro y como antesala a la jornada de protestas de hoy, cuando se conmemoran 61 años de la caída de la última dictadura del siglo XX venezolano, la de Marcos Pérez Jiménez.

La oposición ha convocado a una movilización en todas las ciudades del país para rechazar la usurpación del Poder Ejecutivo y exigir un proceso de transición a la democracia. El presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, convertido en el líder opositor, reiteró el llamamiento para salir a las calles, pues la crisis que viven los venezolanos no tiene distinción político.

En redes sociales y en la calle, la intención de participar es grande. Las universidades se han organizado para hacer un seguimiento en tiempo real a la posible represión estatal, y las ONG defensoras de derechos humanos han anunciado que estarán atentos para ofrecer asistencia legal a quienes puedan ser detenidos. Además, en sectores comerciales se ha anunciado que se trabajará solamente medio día o que las santamarías se mantendrán cerradas en aquellos lugares cercanos a los puntos de origen de las manifestaciones. La Conferencia Episcopal Venezolana, por su parte, emitió un comunicado calificando las marchas como un «signo de futuro», y haciendo un llamamiento a las Fuerzas Armadas a proteger y respetar a la población civil.

El Gobierno chavista también mueve sus fichas. Por un lado, el partido oficial, el PSUV, convocó a sus seguidores a manifestarse a favor de la revolución, solo en Caracas. Incluso, uno de los puntos de concentración coincide con el que la oposición ya había anunciado. En otras ocasiones esas coincidencias ya han ocurrido, y se resuelven con piquetes policiales que mantienen alejados a los grupos. El ministro de Información, Jorge Rodríguez, adelantó que, a juicio del Gobierno, hoy habrá violencia en las calles. Acusó a los militares sublevados el lunes de haber sustraído armas para entregarlas al partido Voluntad Popular, al que pertenece Juan Guaidó y que el chavismo califica como «terrorista».