Unión Europea

La Europa de la Defensa echa a andar con 23 países

España, Francia, Alemania e Italia impulsan una mayor cooperación militar en el seno de la UE al margen de la estructura de la OTAN.

La Alta Representante, Federica Mogherini, rodeada por los ministros de Defensa, muestra la firma de la PESCO
La Alta Representante, Federica Mogherini, rodeada por los ministros de Defensa, muestra la firma de la PESCOlarazon

España, Francia, Alemania e Italia impulsan una mayor cooperación militar en el seno de la UE al margen de la estructura de la OTAN.

España y otros 22 países de la Unión Europea (UE) han dado un paso más para incrementar su colaboración en Defensa. La llamada cooperación estructurada permanente (PESCO), contemplada en los tratados comunitarios, se ha puesto en marcha. Los ministros españoles de Defensa, María Dolores de Cospedal, y de Exteriores, Alfonso Dastis, que se reunieron ayer sus homólogos comunitarios en Bruselas, firmaron la notificación por la que informan al Consejo de la UE de su intención de participar en la PESCO, que se iniciará en diciembre, cuando le dé luz verde legalmente esa institución.

La mayor parte de los socios se comprometió de este modo a amplificar la política de Defensa europea. «La carta de notificación está abierta a otros países que quieran unirse», aseguró la alta representante de Política Exterior, Federica Mogherini. Sin embargo, cinco países decidieron quedarse fuera: Reino Unido, Dinamarca, Malta, Irlanda y Portugal.

A su llegada al Consejo de Ministros de Exteriores y Defensa, Dastis indicó que «siempre hemos buscado que el desarrollo de esta cooperación estructurada sea inclusivo, siempre y cuando, evidentemente, cada Estado que participe asuma compromisos». La PESCO, que, según los tratados comunitarios, se puede poner en marcha por mayoría cualificada, ha sido fuertemente defendida por Francia, Alemania o Italia. El Consejo de Ministros de España ya dio su visto bueno el pasado viernes para que nuestro país se sume a ella. «Hoy supone un hito para el proceso de integración europea», afirmó la ministra española de Defensa. De Cospedal reconoció que, de cara a reforzar la Defensa europea, en el pasado ha habido «muchas reticencias, sobre todo por la pertenencia de muchos Estados miembros de la OTAN», al considerar que podría haber duplicaciones o «vías paralelas» en el trabajo de la UE y de la Alianza Atlántica. Sin embargo, aseguró, «no se trata de duplicar esfuerzos, sino de que aprovechemos nuestras capacidades desde la UE y la OTAN para trabajar juntos en una de las políticas que más importan a los europeos».

La dificultad del plan radicaba en que los participantes tenían que asumir compromisos vinculantes ambiciosos, pero sin crear una política tan restrictiva como para que el resto de Estados no pudiera unirse a ella en el futuro. Al firmar la PESCO, España asume los compromisos de aumentar los presupuestos de defensa para alcanzar los objetivos acordados, incrementar el gasto de inversión en defensa hasta el 20% y aumentar los proyectos de capacidades estratégicos colectivos e industriales. También se compromete a incrementar proporcionalmente los gastos dedicados a innovación y el desarrollo para aproximarlos al 2%. «Gastamos el 50% que EE UU en defensa, pero sólo tenemos un rendimiento del 50% porque todos hacemos lo mismo y no nos coordinamos», criticó el ministro alemán de Exteriores, Sigmar Gabriel.

Según Mogherini, ya se estudian «más de cincuenta proyectos concretos de capacidades o misiones» en los que estos países ampliarán su cooperación militar. El Consejo de Exteriores dará luz verde a los actos legales necesarios para poner en marcha la PESCO en su reunión del 11 de diciembre.