Atentado en Londres

La guerra asimétrica: del avión a los furgones

Los tres yihadistas del Puente de Londres y el Borough Market intentaron alquilar un camión de 7,5 toneladas pero les falló el pago. Querían causar una carnicería.

La guerra asimétrica: del avión a los furgones
La guerra asimétrica: del avión a los furgoneslarazon

Los tres yihadistas del Puente de Londres y el Borough Market intentaron alquilar un camión de 7,5 toneladas pero les falló el pago. Querían causar una carnicería.

El camión (furgoneta o turismo de gran potencia) y el cuchillo son los elementos preferidos por los yihadistas (sin descartar las bombas con explosivo casero) para atacar en Occidente, según las instrucciones recibidas por las células y los actores solitarios por parte de los cabecillas del autodenominado Estado Islámico, el Daesh. Los terroristas que cometieron el atentado en el centro de Londres el pasado sábado intentaron sin éxito alquilar un camión de gran tonelaje (como en Niza y Berlín) con el que podrían haber provocado un mayor número de víctimas.

Al parecer, el jefe de la célula, el paquistaní Khuram Shazad Butt, al que el Daesh llama Abu Sadiq al Britani, no pudo pagar con una tarjeta de crédito el alquiler de un camión de 7,5 toneladas y se tuvo que «conformar» con una furgoneta Renault blanca con la que atropellaron a varias personas en el Puente de Londres. Con todo, el cuchillo (en este caso con hoja cerámica de color rosa, de 30 cm de longitud, que llevaban atados a la muñeca) es el arma que prefieren para asesinar a los «infieles».

En uno de esos panfletos publicados con instrucciones para los «soldados del Califato» y dentro de la modalidad de asesinato con cuchillo, señalan: «Muchas personas son a menudo aprensivos de la idea de hundir un cuchillo en la carne de otra persona. (...) Uno puede preguntarse por qué los cuchillos son una buena opción para un ataque. Los cuchillos, aunque ciertamente no es la única arma para infligir daño a los infieles, están ampliamente disponibles en todos los países y, por lo tanto, fácilmente accesibles. Son muy fáciles de ocultar y altamente letal, sobre do en las manos de alguien que sabe cómo utilizarlos de manera efectiva». «En cuanto a qué parte del cuerpo de la víctima debe ser golpeado, el objetivo es matar. El ataque debe ser dirigido a los órganos principales, es decir el corazón, los pulmones, o arterias principales», agregan. Dentro de la modalidad de ataque con cuchillo, proponen como «novedad» alquilar un pequeño apartamento o un local para ponerlo a su vez en alquiler u ofrecer un empleo, masculino, eso sí.

Según van llegando los interesados (que esperan que sean de uno en uno) se les asesina con el cuchillo; se esconde el cadáver en el cuarto de baño, por ejemplo, y a esperar al siguiente «cliente». «Se publica el anuncio de una vacante de empleo. Después de obtener una cantidad significativa de solicitantes, se concierta la «entrevista de trabajo», dando tiempo «entre cita y cita para poder someterlo, sacrificarlo» y esperar al siguiente. También se puede anunciar en un periódico local el alquiler de un piso o local pequeño; o poniendo en el portal o en las farolas de la zona un cartel de «se alquila», con un número de contacto. Debe ser para una pequeña habitación individual o estudio Esto ayudará a asegurar que el interesado venga solo. Podría ayudar incluir en el anuncio que el apartamento es «ideal para los estudiantes». Este mismo método para asesinar se propone para la venta de cualquier cosa por internet ya que sólo requiere que la persona que lo va a comprar acuda a una cita.

Según reveló la Policía londinense, los yihadistas contaban además con cócteles molotov en la furgoneta. Habían llenado trece botellas de vino con líquido inflamable y llevaban además dos sopletes, que podrían haber utilizado para prenderles fuego. El jefe de la unidad antiterrorista de la Policía Metropolitana de Londres, el comandante Dean Haydon, sugirió que podrían haber establecido un «plan B», por el que habrían regresado a la furgoneta tras apuñalar a algunas personas para comenzar a lanzar los cócteles molotov. Agregó que expertos artificieros han confirmado que los cinturones explosivos que llevaban los terroristas eran falsos. «Solo puedo pensar que formaban parte de su plan para crear terror entre la gente con la que se cruzaban». Asimismo, en el interior de la Renault hallaron varias sillas de oficina, bolsas de gravilla y una maleta. Los investigadores creen que las sillas les sirvieron para convencer a sus familiares de que estaban realizando una mudanza, mientras que la gravilla podría haber servido como coartada si eran detenidos antes del atentado, o bien para aumentar el peso del vehículo.

La investigación policial ha establecido que los tres terroristas habían alquilado un piso en el barrio de Barking, en el este de Londres, para utilizarlo como un refugio seguro. En el interior de esa vivienda, los agentes encontraron una copia del Corán, el libro sagrado del islam, abierto por una página en la que habla del martirio. Expertos antiterroristas consultados por LA RAZÓN subrayan que, además de estos métodos ya conocidos y que se han demostrado letales, los yihadistas trabajan ya en otros, sobre todo de cara al verano.