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Violentos choques en la primera huelga contra Macri

Los sindicatos argentinos salen a la calle contra la política económica del Gobierno.

La Policía utiliza mangueras de agua para dispersar a los manifestantes
La Policía utiliza mangueras de agua para dispersar a los manifestanteslarazon

Los sindicatos argentinos salen a la calle contra la política económica del Gobierno.

Se acabó la luna de miel con los sindicatos. El presidente argentino, Mauricio Macri, se enfrentó ayer a su primera huelga general, convocada por las tres grandes centrales, que le exigen cambiar su política económica. Fue la primera prueba de fuego para el mandatario, que lejos de atrincherarse en la Casa Rosada, salió a la palestra para desafiarlos. Una muestra de fuerza de la izquierda que, pese a paralizar las principales ciudades, no logró gran adhesión. Si no hubieran cortado los transportes, la gran mayoría habría acudido a trabajar.

Cinco heridos y diez detenidos dejaron los choques entre policías y manifestantes registrados en uno de los accesos a Buenos Aires. Horas antes, el Gobierno advertía de que no permitiría el bloqueo de las carreteras. «Si no quieren irse por las buenas, vamos a iniciar el protocolo de acción. El objetivo es que haya caminos alternativos» para llegar a los lugares de trabajo, advirtió la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Un cambio sustancial respecto al anterior Gobierno kirchnerista, que dejaba a los manifestantes a su libre albedrio.

Como en un día festivo, Buenos Aires no contó con trenes, metro y autobuses. Los sindicatos de pilotos y de tierra se adhirieron a la huelga y por primera vez no llegó al país ningún vuelo internacional durante 24 horas. La medida también afectó a la industria, la sanidad, la educación y la banca con marchas y cortes en todo el país. Según datos oficiales, se estiman perdidas cercanas a los 1.000 millones de dólares.

La huelga general coincidió con la celebración del primer Foro Económico Mundial dedicado a América Latina, que congregará a políticos, banqueros y empresarios en el exclusivo barrio de Puerto Madero bajo estrechas medidas de seguridad. «Tenemos que profundizar lo que hemos hecho y las herramientas para que aumente la confianza», detalló Macri durante la apertura del Foro. «Esto recién comienza. Créanme que están a la hora indicada y en el lugar indicado. ¡Qué bueno que estamos acá trabajando!», aseguró sonriendo.

La tercera economía de América latina sigue en recesión. Se desplomó un 2,3% en el primer año de mandato de Macri y sólo en enero hubo una muy tibia recuperación. La pobreza aumentó y alcanza al 32,9% de los argentinos. Este paro es el corolario de las multitudinarias marchas de marzo organizadas por sindicatos, estudiantes, organizaciones de derechos humanos y opositores que protestaron en la calle contra el deterioro social y económico del país.

«Hay un malestar enorme porque la política económica no dio resultados» con su modelo liberal de mayor apertura a las importaciones y flexibilidad laboral, denunció Juan Carlos Schmid, secretario general de la peronista Confederación General del Trabajo. Según Schmid, en los 16 meses de Macri en el poder, «se destruyó más empleo del que se creó y el coste recayó sobre los asalariados y los sectores vulnerables».

En medio de la polarización política, Macri ha endurecido su postura hacia los sindicalistas después que el sábado decenas de miles de personas le sorprendieron con una concentración en apoyo al Gobierno. «Hay comportamientos mafiosos en los sindicatos, las empresas, la política y la Justicia. Por suerte son minoría, pero hay que combatirlos», dijo.