Bruselas

La presencia de Puigdemont en Bruselas abre una crisis política en Bélgica

Los grupos opositores al Gobierno acusan al primer ministro de poner al país al borde un conflicto internacional

El primer ministro belga, Charles Michel. EFE/Stephanie Lecocq
El primer ministro belga, Charles Michel. EFE/Stephanie Lecocqlarazon

La presencia de Carles Puigdemont y cinco de sus exconsellers en Bruselas ha abierto una crisis política en Bélgica, ante el silencio que mantiene hasta el momento el propio Gobierno belga que no se ha pronunciado al respecto, así como tampoco lo ha hecho el partido de ultraderecha flamenco N-VA, que forma parte del propio Ejecutivo federal.

Así, el grupo parlamentario Ecolo-Groen, a través de su portavoz, Jean Marc Nollet, ha pedido al presidente de la asmablea Siegfried Bracke, del N-VA, que convoque al primer ministro Charles Michel para que explique su postura ante esta situación y la crisis de Cataluña. “La actitud de su gobierno expone al país a graves consecuencias internacionales”, ha dicho Nollet, que ha añadio que los últimos acontecimientos desacreditan la posición de Bélgica.

Por su parte, Elio Di Rupo, presidente del Partido Socialista y exprimer ministro belga a declarado en su cuenta de Twitter que es urgente que Charles Michel dé explicaciones sobre la presunta visita de Puigdemont a Bélgica. “Va en ello la credibilidad internacional de Bélgica”, ha dicho.

También Catherine Fonck, la líder del grupo político centrista CDH, ha acusado a Theo Francken, el secretario de Estado para Asilo y Migración del Gobierno belga de saber que Puigdemont iba a pedir asilo y al primer ministro de aceptar el juego del N-VA. “Gravísimo”, ha escrito en Twitter.