Dinamarca

La primera ministra danesa adelanta las elecciones al 18 de junio

La primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmdit
La primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmditlarazon

La socialdemócrata Helle-Thorning Schmidt confía en dar la vuelta a las encuestas con ayuda de la recuperación económica

Tras días de especulaciones, la primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt anunció ayer la convocatoria de elecciones para el próximo 18 de junio, tres meses antes de lo previsto. Luciendo una optimista americana verde, la líder socialdemócrata aspira a beneficiarse de la recuperación económica y de la mejora en los sondeos de la coalición de centro izquierda, que, sin embargo sigue por detrás de la oposición de centro derecha.

“Dinamarca vuelve a estar en marcha, ha terminado la crisis. Es hora de preguntar a los daneses si quieren mantener esta dirección”, aseguró Thornng-Schmidt, que ha prometido un plan para aumentar las inversiones sociales un modesto 0,6% anual -39.000 millones de coronas (5.231 millones de euros)- hasta 2020. “En resumen, Dinamarca está en mejor forma que en 2011”, cuando se convirtió en la primera mujer en dirigir el Gobierno gracias a una coalición con el Partido Socialista y los social liberales. Desde entonces la popularidad de la primera ministra no ha dejado de caer ante la puesta en marcha de la impopular reforma del Estado del Bienestar heredada del Gobierno anterior del liberal Lars Lokke Rasmussen. La reducción de los subsidios de desempleo y otras ayudas sociales enturbió hasta un punto desconocido la relación entre el Partido Socialdemócrata y los sindicatos.

Asimismo, su política reformista provocó la salida de los socialistas del Ejecutivo en enero de 2014, cuando el banco estadounidense Goldman Sach entró como accionista minoritario en la empresa pública DONG Energy. Con sólo 64 de los 179 diputados del Parlamento, el bipartito de socialdemócratas y social liberales ha tenido que andarse con pies de plomo para mantener el apoyo parlamentario de la rojiverde Lista Unitaria y los antiguos aliados socialistas.

Orgullosa de su gestión, Thorning-Schmidt prometió ayer que “si los daneses me eligen, seguiré ese camino” tras explicar que el asunto central de los comicios será “cómo asegurar que Dinamarca continúe teniendo progreso y prosperidad sin poner en riesgo nuestro sistema de bienestar”. “Dinamarca es un país fantástico y debe seguir siéndolo así. No tenemos tiempo para experimentos”, aseguró en clara alusión a la oposición, que promete congelar el gasto público y bajar los impuestos.

Pese a las alentadores previsiones de la economía danesa, que este año crecerá un 1,7% y un 2% el próximo, y el buen ritmo de creación de empleo, que en 2016 habrá logrado recolocar a tres de cada cuatro parados producidos durante la crisis, las elecciones no serán un camino de rosas para la líder socialdemócrata. Aunque lejos de los veinte puntos que llegaron a separar a izquierda y derecha durante los momentos más duros de la legislatura, la oposición, con el 54,3% es la favorita, frente al 45,6% del Gobierno y sus aliados, según un sondeo de la agencia Ritzau. Thorning-Schmidt dispone de 23 días de campaña para cambiar la opinión de sus conciudadanos, que gracias a su buena gestión durante el atentado yihadista de febrero en Copenhague comenzaron a valorarla mejor que al ex primer ministro Rasmussen, envuelto en los últimos tiempos en un escándalo por gastos privados a cuenta de su partido. Un hecho que recuerda demasiado al argumento de la serie danesa de televisión de éxito internacional “Borgen”. En la ficción, su alter ego, Birgitte Nyborg, vence en las urnas a un primer ministro liberal, pero años después pierde el poder al adelantar las elecciones. ¿La realidad imitará a la ficción?