La sombra del plagio acecha a otro ministro alemán

Está acusada de cometer un pecado mortal en la política alemana: robar ideas y plagiar su tesis doctoral. Ursula von der Leyen, es la actual ministra de Defensa alemana y un peso pesado en el partido de Angela Merkel. Llamada a tomar el testigo, nunca ha ocultado sus aspiraciones de llegar a la cancillería del país. Es la primera mujer a la cabeza del Ministerio de Defensa alemán y la única política de alto nivel en el país en tener una tesis en medicina. Recibió su doctorado en la facultad de Medicina de Hannover en 1991, su tesis fue publicada en 1990; estuvo enfocada en el campo de la ginecología, lo plasmó en un texto de 70 páginas, en él, según los miembros de la red alemana «VroniPlag», que investiga casos de plagio, la ministra hace hasta «23 referencias incorrectas» a contenidos que en realidad no existen, «algo particularmente peligroso en el campo de la medicina», argumentan. En el texto se identificaron hasta 27 citas donde se hacia «plagio en la traducción» de otro idioma. Tres páginas del estudio de Von der Leyen contenían hasta un 75 por ciento de «buenas traducciones del inglés al alemán» según señala revista alemana «Der Spiegel». Un portavoz del ministerio declaró a la revista alemana que la ministra de Defensa sabía desde el pasado agosto de las investigaciones que se estaban haciendo a su tesis. «La ministra rechaza la acusación de plagio», el día que se enteró pidió a la Universidad de Hannover, que su tesis no fuera de libre acceso. Un verdadero terremoto político para el equipo de la canciller germana que intenta salir a flote de las críticas recibidas desde su partido por su política con los refugiados, y el revuelo a nivel mundial por el escándalo de Volkswaguen.

No es la primera vez que los «cazadores» de plagio investigan a altos cargos públicos del país. Karl-Theodor zu Guttenberg del CSU, y anterior ministro de Defensa, fue obligado a dimitir en marzo de 2011 cuando se demostró que plagió su tesis. El ex ministro de Educación, Annette Schavan, dimitió cuando se comprobó que su tesis doctoral incluía citas de otros trabajos sin la debida citación.