Angela Merkel

La unidad frente al terror, rota desde el primer día

Activistas salen a la calle en contra de las manifestaciones convocadas por los neonazis
Activistas salen a la calle en contra de las manifestaciones convocadas por los neonazislarazon

En un clima de creciente polarización, la ultraderecha fracasa en su intento de movilizar a los alemanes en contra de los refugiados

Ayer a mediodía, cuando el termómetro aún marcaba cero grados, un grupo de alemanes con pancartas llamando a la unidad comenzó a entonar la canción «We are the world» en apoyo a la política migratoria de Angela Merkel. Los manifestantes se reunieron a sólo unos metros de donde ocurrió el ataque terrorista al mercado navideño de Breischeidplatz en Berlín, en el que murieron 12 personas. Anoche, líderes políticos del partido de extrema derecha AfD, arropados por sólo unas decenas de fieles, celebraron una protesta frente a la Cancillería para criticar el sistema migratorio defendido por el Gobierno, que ha supuesto la acogida de un millón de refugiados en el último año y medio. Estas manifestaciones ponen de relieve la polémica suscitada en torno a la posición de la canciller sobre el asilo de refugiados y la creciente polarización del país sobre este asunto.

En medio de un fuerte despliegue mediático, Björn Höcke, líder en el «Land» de Turingia de Alternativa para Alemania (AfD), exigió «que se expulse a los delincuentes y terroristas llegados aquí al amparo de Merkel». Höcke añadió que el Gobierno «ha dejado entrar a cientos de miles de refugiados sin control. Es la desintegración de Alemania».

En contraposición, otra manifestación a favor de los refugiados tuvo lugar en Hardenberg Place, a pocos metros del atentado. El alcalde Michael Müller, por su parte, llamó a la calma y señaló en la televisión pública ZDF que «no hay que tener miedo» y que «sería fatal si la gente se queda en su casa y no sale». «Uno puede continuar moviéndose bien en Berlín», animó Müller. Sin embargo, el presidente de la Conferencia de Ministros del Interior, Klaus Bouillon (CDU), fue un poco más allá y solicitó formalmente que aquellos refugiados que se encuentren sin papeles pierdan su solicitud de asilo en caso de no cooperar en la entrega de información para determinar su identidad. «Hay muchos refugiados en todo el país de los que no sabemos de dónde vienen y cómo se llaman y se niegan incluso a participar en la investigación», dijo Bouillon al «Rheinische Post».

En otras regiones de Alemania, la política de migración de Merkel también ha sido un punto de discusión e incluso ha alcanzado un nivel de tensión mayor que en Berlín. El ministro del Interior de Baviera, Joachim Hermann, afirmó que los ataques sufridos en el país en los últimos meses se deben al «traslado de refugiados a Alemania», y añadió que «los riesgos ya son evidentes». A ello se suman las declaraciones vía Twi-tter de esta semana del presidente de la oficina regional de AfD en Renania del Norte-Westfalia, el eurodiputado Marcus Pretzell, quien calificó a las víctimas del atentado como «los muertos de Merkel». «¿Cuándo devolverá el golpe el Estado de Derecho alemán? ¿Cuándo acabará esta maldita hipocresía?», expresó.

Una posición no compartida por el director del Instituto de Investigación Interdisciplinar sobre Conflictos y Violencia de la Universidad Bielefeld, Andreas Zick, quien en el «Neue Osnabrücker Zeitung», pidió no realizar un aprovechamiento político de la tragedia. «Si erigimos la imagen de desorden para crear caos, entonces estamos cooperando con los extremistas», sentenció.

Se espera que la política migratoria siga siendo uno de los temas de la agenda política en los próximos días, sobre todo porque hay miembros de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y de su partido socio, la Unión Socialcristiana (CSU), interesados en endurecer la medidas sobre los refugiados en el país, según explican desde fuentes oficiales.