Londres

La visita de Trump deja en una difícil situación a Isabel II

La Razón
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La polémica generada en torno a la visita de Donald Trump ha llegado hasta el Palacio de Buckingham. Según Peter Ricketts, ex diplomático y alto cargo del Ministerio británico de Exteriores, la invitación pone en una situación «muy complicada» a la reina Isabel II, que podría verse «perjudicada» al tener que convertirse en anfitriona de un mandatario que ha provocado la protesta de grupos políticos y ciudadanos por sus comentarios misóginos y su reciente prohibición a la entrada de refugiados y ciudadanos de siete países de mayoría musulmana.

La visita de Estado es el mayor grado de reconocimiento que se le puede dar a un mandatario y, pese a que oficialmente la invitación viene de mano de la monarca –al ser precisamente cabeza de Estado–, la decisión atiende a razones políticas. Es decir, es el Gobierno, concretamente el comité de Asuntos Exteriores, quien organiza la agenda y no Palacio. En este sentido, en una carta publicada por «The Times» de la que se hicieron eco varios medios a ambos lados del Atlántico, Ricketts advirtió ayer de que la invitación es «prematura» y «habría sido más sabio» que Theresa May «esperara a ver qué tipo de presidente resultaba ser antes de aconsejar a la reina que lo invitara». «Ahora ella [la soberana] está en una posición muy difícil», escribe el que fue embajador en Francia hasta 2016 y asesor en seguridad nacional de David Cameron.

Mientras que otros líderes norteamericanos tuvieron que esperar dos años hasta recibir tales honores, como fue el caso de Obama, Trump recibió la invitación cuando apenas llevaba siete días como presidente. Para los analistas, la premura visita se debe a la importancia que quiere otorgar la «premier» a las relaciones transatlánticas una vez que Reino Unido abandone la Unión Europea. Pero, según Ricketts, la líder «tory» debería «rebajar» la categoría de la visita para que no implicara a la soberana, teniendo en cuenta la poca simpatía que despierta en suelo británico.