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Las complejas conexiones con el EI

Los «lobos solitarios» que atentan en Europa suelen operar sin instrucciones directas del califato

La Razón
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–A pesar de la alerta desatada tras los ataques yihadistas en Europa y EE UU y el aumento de seguridad, ¿es posible que un nuevo ataque tenga lugar?

–Es posible que estos ataques se vuelvan más comunes, ya que los que se han perpetrado han ofrecido un modelo a utilizar a otros terroristas o lobos solitarios. El Estado Islámico (EI) ha creado un nuevo modelo para movilizar a sus simpatizantes, quienes no forman parte de la organización en sí, sino que actúan de manera aislada. Al saber que estos ataques son probables, es posible que surjan imitadores.

–¿Es posible garantizar la seguridad total a los ciudadanos? ¿Afectaría a sus libertades?

–En los países democráticos hay una tensión permanente entre libertad y seguridad, por lo que se busca siempre el equilibrio. Hay costes, a veces altos, para mantener nuestras libertades. Otro problema son los «lobos solitarios», por ejemplo el asesino de Orlando no era parte del EI, por lo que no creó un rastro de transacciones que dieran base para arrestarle. Los lobos solitarios seguirán siendo una amenaza y el único consuelo es que, aunque letales, son menos capaces de organizar grandes ataques con muchas víctimas como el del 11-S.

–¿Estos ataques aumentan la islamofobia en Occidente? ¿Qué medidas pueden tomar los gobiernos?

–Es cierto que tras los atentados yihadistas puede aumentar la islamofobia en países como EEUU. Y es que con los ataques perpetrados por los islamistas radicales, se crea la percepción de que hay muchos más musulmanes violentos de los que en realidad existen. Sin embargo, aquellos musulmanes que condenan la violencia, es decir, la gran mayoría, no son tan percibidos.

*Profesor en la Universidad de Pensilvania. Preguntas de Paloma Rey-Stolle