Libia

Las milicias libias arrebatan nueva posiciones a los yihadistas en Sirte

Las milicias arrebataron hoy varias posiciones más a los cerca de 200 centenares de fanáticos musulmanes que resisten aún

Fuerzas libias se preparan para el avances hacia Sirte.
Fuerzas libias se preparan para el avances hacia Sirte.larazon

Las milicias del oeste de Libia arrebataron hoy varias posiciones más a los cerca de 200 centenares de fanáticos musulmanes que resisten aún en los distritos 1 y 3 de la ciudad de Sirte, los únicos que quedan bajo el control de la rama libia del grupo yihadista Estado Islámico.

Las milicias del oeste de Libia arrebataron hoy varias posiciones más a los cerca de 200 centenares de fanáticos musulmanes que resisten aún en los distritos 1 y 3 de la ciudad de Sirte, los únicos que quedan bajo el control de la rama libia del grupo yihadista Estado Islámico.

Los combates fueron de menor intensidad debido al gran número de bajas que sufrieron ayer, en el inicio del asalto final, las milicias aliadas al llamado gobierno de unidad libio, fomentado por la ONU.

Fuentes médicas sobre el terreno confirmaron hoy Efe que la cifra de muertos en el primer día de combates alcanzó los 35 milicianos y la de heridos superó los 200, una decena de los cuales siguen en estado muy grave.

"La mayoría se han visto alcanzados por la metralla procedente de los coches bomba"que los yihadistas hicieron estallar en la entrada del distrito 1, el más occidental y en el que más terreno se ha podido reconquistar, explicaron.

"Tenemos bajo control dos terceras partes del distrito 1", una franja de terreno urbano de medio kilómetro cuadrado, asomado a la paya, con una alta densidad de casas bajas y callejones estrechos que favorecen a los francotiradores, explicó a Efe un oficial de Inteligencia en la propia Sirte.

"Ayer cayeron varios de ellos, junto a sus familias. Uno llevaba adosado un cinturón explosivo y trató de suicidarse frente a uno de nuestros vehículos pero afortunadamente fue abatido antes", relató el oficial, que pidió no ser identificado.

"Se han conquistado varias posiciones, la milicia Ali Abi Talib Ismail Shanab tomó un depósito de municiones en medio del distrito uno en el que había munición para cañones antiaéreos, morteros y cohetes", aseguró a modo de ejemplo.

El oficial también destacó que la milicias lograron interceptar y desactivar una decena de coches bomba que estaban listos para ser usados en el distrito 1, en el que de momento se concentra la mayor parte de los combates.

En este sentido, uno de los principales objetivos es ahora asegurar el control del pequeño puerto de pescadores que domina el citado distrito y que se considera esencial para poder asaltar el vecino barrio 3, más grande y denso.

"El problema sigue siendo la gran cantidad de minas y de bombas trampas que han colocado", explicó a Efe el Salem Khuydam, miembro de una de las milicias del oeste de Libia que combaten en la zona de la playa.

Khuydam, que está al frente de una escuadra compuesta por un puñado de soldados profesionales y varias decenas de jóvenes que han cambiado los libros por los fusiles, confirmó a Efe que sus tropas lograron anoche asegurar la carretera que circunvala el distrito 1 junto al mar, cerrando así una de las escasas vías de escape que les quedaba a los yihadistas.

La rama libia del grupo yihadista Estado Islámico conquistó Sirte -lugar en el que nació y murió Al Gadafi- en febrero de 2015, aprovechando la disputa política entre los gobiernos del este y el oeste del país.

Hasta junio de este año, instalaron un sistema de gobierno a semejanza de califato en Siria e Irak basado en el terror pero también en la oferta de seguridad e infraestructuras a una población abandonada.

En mayo, y después de que una amenazaran públicamente con avanzar a Misrata, la poderosas milicias de esta ciudad -la tercera en importancia del país- se unieron a otras del oeste de Libia para liberar este puerto del Mediterráneo en el que nació y durante la revolución de 2011 murió apaleado Muamar al Gadafi.

Desde entonces el país norteafricano es un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, en el que dos autoridades, una en el este que mantiene el reconocimiento internacional, y otra en el oeste fomentada por la ONU, luchan por hacerse con el poder y el control de los recursos energéticos.