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Leocenis García: «Somos rehenes del régimen de Maduro»

Leocenis García / Preso político. El periodista y empresario venezolano critica desde la cárcel la guerra del chavismo contra la libertad de expresión en Venezuela

La Razón
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El periodista y empresario venezolano critica desde la cárcel la guerra del chavismo contra la libertad de expresión en Venezuela

Leocenis García, líder del movimiento cívico-político de corte liberal Prociudadanos en Venezuela, está encarcelado en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) en condiciones infrahumanas por un montaje por parte del Gobierno de Maduro. García se ha convertido en uno de los iconos de la lucha por los derechos y las libertades en una Venezuela en crisis social, económica y política.

–Su caso no es el único, parecen habituales las detenciones arbitrarias a las voces críticas contra el chavismo.

–No, no soy el único. Esto es parte de una estrategia del régimen. En el Sebin hay cientos de jóvenes estudiantes, líderes como Vilca Fernández o Gerardo Carrero o el líder de la socialdemocracia Manuel Rosales, que tiene un gran liderazgo en Zulia. Hay casos como el de Alberto Federico Ravell, el editor más influyente del país, en orden de captura. O el editor Frank de Prada, al que extorsionaban para vender su medio de comunicación. O al ex embajador Diego Arria, en el exilio, acusado de conspiración. Es una guerra contra la propiedad privada, la libertad de expresión, la disidencia, la libre empresa, valores incompatibles con el marxismo que reina en Venezuela. La respuesta de por qué hay tanta persecución o presos políticos en Venezuela es simple: el Gobierno nos tiene a los presos políticos tomados como rehenes, en medio de un forcejeo donde la oposición hace de policías cercando a los secuestradores que se atrincheran, protegiéndose con los presos políticos a los cuales les tienen la pistola al cuello. La posición más difícil la tiene el rehén, porque sabe que el policía no quiere negociar con el secuestrador, sino verlo rendido sin condiciones. Pero si el policía se pone violento o el secuestrador se pone nervioso, se accionará el gatillo y la bala cegará la vida del rehén.

–¿Qué parte de culpa tiene en su encarcelamiento la Fundación CEPS, que habría asesorado al régimen para detener a periodistas contrarios a sus políticas?

–Sí, la CEPS, ese tarantín que montaron para financiarse. Hay un informe de esa ONG que es la partera de Podemos, donde le recomiendan a Chávez mantenerme con procesos judiciales, es decir, con juicios, pero que no es recomendable mantenerme en prisión porque lograré centralidad política, y además le dicen que yo no escarmiento, que es mejor mantenerme con juicios y limitaciones. El Gobierno cumplió sus recomendaciones al extremo que confiscaron «6to Poder» tal y como ellos lo recomendaron. Eran básicamente asesorías sobre mi caso, las protestas estudiantiles y el uso de armas de fuego contra manifestaciones. Por ello, Podemos cobró millones de euros a través de Monedero, al que Chávez cariñosamente llamaba «El Infiltrado». Podemos le metió a Chávez en la cabeza que había que cerrar «6to Poder». Esos informes son públicos. Y claro, el chavismo tiene líderes muy mediocres y le pagaban por cosas como estas.

–Cada vez más gente aboga por un referéndum revocatorio. ¿Es posible que suceda?

–Hemos llegado a una situación de colapso. El Gobierno busca tiempo, y el principal miedo que hay con eso es que si el referéndum no tiene lugar este año, entonces no se dará un cambio de Gobierno. También está el escenario de que los militares chavistas, ante la posibilidad de una entrega de poder, intervengan y tomen el control, dando pie a un Gobierno de unidad nacional con gente de oposición menos violenta que la que hoy habla. La situación en Venezuela se asemeja a la inflación que padecieron todos los sistemas comunistas cuando llegan a la implosión. Tenemos una inflación prevista del 700% este año por el FMI. Cuando los regímenes autoritarios pierden el aplauso de la gente, acuden a la represión y a los militares. Sin duda, el Gobierno de Maduro es un gobierno sin legitimidad y sin gente, y está custodiado por una pandilla de radicales que trabaja para no entregar el poder nunca. Sin embargo, si el país no puede encausar esta crisis electoralmente, el conflicto será dominado por otros árbitros y por otros medios.

Lea la entrevista completa en el Blog del Politólogo de Blogs LA RAZÓN