Leopoldo López, padre: «Mi hijo es muy estoico, algo feo debe de estar pasando»

El líder opositor Leopoldo López denuncia torturas desde la cárcel militar de Ramo Verde.

Leopoldo López se ha convertido en el símbolo de la resistencia y la lucha por la libertad de Venezuela. Al igual que Nelson Mandela en la Suráfrica del apartheid, sufre desde la cárcel la opresión del régimen de Maduro. Su padre, Leopoldo López, repasa con LA RAZÓN la situación en la que se encuentra el país y repudia la vileza del Gobierno venezolano. Es una semana particularmente difícil para él, puesto que Lilian Tintori, la mujer de su hijo, ha publicado un vídeo en el cual se escucha al opositor venezolano gritar desde su celda para denunciar que está siendo víctima de torturas.

–¿Qué información tiene sobre el estado de su hijo Leopoldo?

–Después de ver el vídeo de Lilian varios dirigentes del partido de mi hijo subieron a la cárcel de Ramo Verde para tratar de hablar con él. Obviamente no les dejaron pasar, pero desde la parte de atrás de la prisión, al igual que con su esposa, fue capaz de comunicarse gritando «¡denuncien y sigan la lucha!»

–¿Cuánto llevan sin poder verle?

–A los abogados no se les ha permitido entrar en la prisión desde abril, y la familia no le ha podido ver desde hace 20 días. Quiero solicitarle a Rodríguez Zapatero, que ha recibido el permiso del Gobierno venezolano para visitarle ya seis veces, que se preocupe por la salud y el bienestar de los opositores. Lamentablemente, creo que Zapatero está actuando como un defensor del régimen puesto que se negó a considerar a Leopoldo como preso político.

–¿Temen que Leopoldo esté recibiendo torturas físicas?

–Tenemos un mal presentimiento porque es una persona muy estoica que siempre ha sido muy fuerte. Nunca se ha quejado, es la primera vez. Por lo tanto, conociéndole, nos da la impresión de que algo muy feo debe estar pasando.

–¿Está aumentando el nivel de violencia por parte del Gobierno en las últimas semanas?

–Ha aumentado muchísimo. Ya entran en los hogares sin ninguna consideración para arrestar a opositores. Acabamos de ver la peor de las evidencias, el asesinato del joven de 22 años David Vallenilla. No llevaba ningún tipo de protección y le dispararon con una escopeta a menos de diez metros con toda la intención de asesinarlo.

–¿Cómo afronta la oposición la Asamblea Constituyente del 30 de julio anunciada por Maduro?

–Nos piden que aceptemos la barbaridad de la Asamblea Constituyente cuando se está convocando absolutamente fuera de la Constitución. Buscan una representación amañada. Una constituyente la debe convocar el soberano, no unilateralmente el presidente. Si fuese así estaríamos cambiando de constitución cada vez que al presidente le apeteciese. Nos enfrentamos a una barbaridad que no veíamos en las democracias desde los años 30 y que hoy en día se puede ver en Corea del Norte o Cuba. El país entero necesita hacer una rebeldía total ante el robo de la democracia que pretende hacer Maduro con la llamada Asamblea Constituyente al más puro estilo de Mussolini. El parlamento que quieren es un híbrido entre el parlamento del fascismo italiano y el modelo comunista de los Castro.

–Maduro ha hecho cambios en la cúpula militar para rodearse de fieles. ¿Muestra su debilidad ante divisiones en el Ejército?

–Imagino que sí. Maduro ha encontrado lo que era lógico que apareciera en algún momento, gente con una sensibilidad patriótica y humana, algo distinta y que se niegan a disparar a los jóvenes. Estamos viendo una masacre a una población civil y una sonrisa por parte de un presidente que cuando anuncia estas desgracias no pierde tiempo y se pone a bailar con su mujer.

–Veinte países votaron en contra de la constituyente de Maduro en la reunión de la OEA, pero no se alcanzaron los 23 votos necesarios para oficializar la condena. ¿Qué pueden hacer ahora las naciones contrarias a Maduro?

–Las sanciones pueden ser unilaterales, no tienen porque ser exclusivamente aquellas que se dan colegiadas. Ampararse en que no se puede hacer nada porque la OEA no ha tomado la decisión me parece muy triste. Hay que decirle a los países que actúen según su propia conciencia y principios para presionar al Gobierno.