Francia

Lo que esconden las cifras electorales

No todo es euforia. El análisis de los datos electorales de la segunda vuelta en Francia muestra que el presidente electo no tiene por delante una tarea fácil.

Emmanuel Macron, antes de dirigirse a sus seguidores durante la noche electoral
Emmanuel Macron, antes de dirigirse a sus seguidores durante la noche electorallarazon

No todo es euforia. El análisis de los datos electorales de la segunda vuelta en Francia muestra que el presidente electo no tiene por delante una tarea fácil.

La victoria de Emmanuel Macron es contundente. Y sin embargo, publica Franceinfo, no puede calificarse de triunfo. Y para demostrar esta afirmación analiza datos que demuestran ciertas «debilidades» a las que se va a tener que enfrentar el joven presidente electo.

La primera cifra preocupante es la de la abstención: 25,4%, la tasa más elevada en una segunda vuelta electoral desde 1969. Una abstención especialmente elevada entre los que votaron por Jean-Luc Mélenchon en primera vuelta: el 24% de ellos no acudió a las urnas ayer. Los jóvenes y los desempleados son los que más se abstuvieron.

Además, estas elecciones también han batido récord de votos nulos o en blanco: según el instituto Ipsos, 4,2 millones, lo que representa un 8,8 % del censo total.

Emmanuel Macron ha sido elegido, por tanto, por solo un 43,3% del censo, mientras que la suma de la abstención y los votos nulos y en blanco suman un 32%.

Y entre sus votantes se esconde otro dato no muy elogioso para Macron: 43% dice haber votado en contra de Marine le Pen. El 33% de su electorado le votó por la renovación que representa, sólo el 16% por su programa y el 8% por su personalidad. Tiene por tanto el nuevo presidente una ardua tarea por delante para convencer a los franceses.

El miedo a una victoria del Frente Nacional y la tranquilidad que han dejado los resultados no puede ocultar una cifra inquietante: Marine Le Pen obbtiene 11 millones de votos, un récord para su partido. La candidata ultraderechista dobla el resultado de su padre en 2002 y aumenta de unos tres millones de votos su resultado en la primera vuelta.

Y finalmente, el mismo sondeo muestra que los franceses, pese a haberle elegido presidente, no desean que Macron tenga una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional.