Estados Unidos

Loretta Lynch, la primera fiscal general afroamericana de EE UU, jura su cargo

Loretta Lynch se convirtió hoy en la primera fiscal general afroamericana de Estados Unidos con la promesa de utilizar la Justicia como "brújula"para luchar contra el cibercrimen, restaurar la confianza entre las fuerzas del orden y las minorías y proteger al país del terrorismo.

En una solemne ceremonia celebrada en Washington para jurar su cargo, Lynch se comprometió a restaurar la confianza en las leyes y los que las aplican, así como a "proteger a los más vulnerables del flagelo de la esclavitud moderna, tan incongruente con los valores forjados con la sangre de este país".

"Lo haremos de la misma manera con la que hemos conseguidos todas las cosas grandes y pequeñas: trabajando juntos, moviéndonos hacia delante y usando la Justicia como nuestra brújula", destacó Lynch como fiscal general número 83 ante sus nuevos compañeros en el Departamento de Justicia, donde prestó juramento.

El vicepresidente de EEUU, Joe Biden, fue el encargado de tomar juramento a Lynch, quien colocó su mano izquierda sobre una Biblia y con la derecha se comprometió a "defender la Constitución de los Estados Unidos contra todos los enemigos, exteriores e interiores".

"Ya era hora de que esta mujer jurase el cargo", bromeó Biden, en referencia al tiempo que ha pasado desde su nominación en noviembre pasado por el presidente estadounidense, Barack Obama, hasta su confirmación por el Senado la semana pasada tras cinco meses de retraso.

Biden aseguró que Lynch "encabezará la marcha hacia una unión más perfecta"y felicitó al padre de la nueva fiscal, presente en la ceremonia y que, durante las sentadas en Greensboro (Carolina del Norte) en la década de los 60, predicó como pastor baptista por el fin de la segregación racial.

"Estoy aquí para decirles: si una pequeña niña de Carolina del Norte que solía decir a su abuelo que la subiera en su mula, para que ella pudiera ver 'más arriba, abuelito', puede convertirse en la máxima autoridad para hacer cumplir la ley en Estados Unidos, entonces podemos hacer lo que sea", subrayó Lynch tras ser investida.

Con una larga trayectoria como fiscal federal en Brooklyn, Lynch, de 55 años, será la encargada de acompañar a Obama desde el Departamento de Justicia en sus dos últimos años de mandato, después de que Holder ocupara el cargo desde que el presidente llegara a la Casa Blanca en 2009.

Graduada en Derecho por la Universidad de Harvard, Lynch hereda el Departamento de Justicia en un momento tranquilo de su gestión, aunque con los retos de prevenir los ciberataques y frenar el flujo de ciudadanos estadounidenses que tratan de viajar a Siria e Irak para unirse al Estado Islámico (EI).

Además, Lynch llega con el deber de continuar el diálogo entre las fuerzas del orden y minorías raciales que había comenzado su antecesor con la instauración de seis programas de reconciliación en seis ciudades del país y el compromiso de renovar las instituciones de Ferguson (Misuri), donde un policía blanco mató el pasado agosto al joven negro Michael Brown.

Desde la muerte de Brown, han tenido lugar varios casos de abuso policial de agentes blancos hacia ciudadanos negros con resultados mortales que han generado tensión entre los distintos cuerpos de policía local y los miembros de la comunidad afroamericana.

Con la salida de Holder, estrecho colaborador de Obama, quedan atrás las presiones al Departamento por las multimillonarias multas que impuso a gigantes de Wall Street por su papel en la comercialización de las hipotecas basura o la polémica por el programa "Rápido y Furioso"(2009), de rastreo de armas que acabaron en manos de bandas de narcotraficantes mexicanos.

La experiencia de Lynch como fiscal general de una de las oficinas más importantes del país, que abarca los distritos de Brooklyn, Queens, Staten Island y Long Island, servirá a la nueva fiscal para enfrentar temas con los que ya está familiarizada, como el crimen organizado, las bandas callejeras, el terrorismo y la corrupción pública. Beatriz Pascual Macías/EFE