Conflicto armado

Uribe rechaza el nuevo acuerdo con las FARC

Los partidarios del «no» denuncian que se trata de un «retoque», mientras los líderes de la guerrilla viajan a Bogotá para rubricar la paz.

Los integrantes del estado mayor del secretariado de las FARC, Marcos Calarca, Carlos Antonio Lozada y Mauricio Jaramillo
Los integrantes del estado mayor del secretariado de las FARC, Marcos Calarca, Carlos Antonio Lozada y Mauricio Jaramillolarazon

Los partidarios del «no» denuncian que se trata de un «retoque», mientras los líderes de la guerrilla viajan a Bogotá para rubricar la paz.

Una escena impensable hace tan sólo unos meses. Los jefes de las FARC, incluido su número uno, Rodrigo Londoño, alias «Timochenko», se encuentran en Bogotá para discutir con el Gobierno de Juan Manuel Santos la implementación del segundo acuerdo de paz rubricado el 12 de noviembre en La Habana. Es la primera vez que los líderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia se reúnen en la capital. Entre quienes acudieron a Bogotá están también el jefe negociador de esa guerrilla en los diálogos de paz, Luciano Marín Arango, alias «Iván Márquez»; Jaime Alberto Parra, alias «Mauricio Jaramillo»; y Félix Antonio Muñoz, alias «Pastor Alape». «Hoy finiquitaremos detalles de la firma del nuevo acuerdo», escribieron las FARC en su cuenta de Twitter citando una entrevista de «Carlos Antonio Lozada» al canal Telesur. Las FARC esperan «que en las primeras horas de este martes [por ayer] nos reunamos con la delegación gubernamental», apuntaron.

Distintos medios de comunicación locales aseguran que Santos y «Timochenko» firmarán el nuevo acuerdo esta semana en la capital o en la caribeña Santa Marta, donde se localiza la Quinta de San Pedro Alejandrino, en la que murió Simón Bolívar, pero el Gobierno no ha confirmado estas versiones. Sin embargo, los líderes del «no» pidieron ayer un diálogo directo con la narcoguerrilla, porque quieren revisar algunos puntos cardinales del acuerdo antes de que el mismo llegue al Congreso. Pese al esfuerzo del Gobierno, no hubo un punto de encuentro entre las partes, y los portavoces del «no» criticaron el nuevo texto que se pactó en Cuba. El ex presidente Álvaro Uribe reiteró sus cuestionamientos: «Tenemos toda la disposición de dialogar con el Gobierno y las FARC sobre las modificaciones en los temas referidos y para este diálogo proponemos aprovechar la presencia en Bogotá de los líderes de la guerrilla», expresó. Para Uribe el acuerdo es apenas «un retoque del acuerdo rechazado por los colombianos» el pasado 2 de octubre. Pero la guerrilla ha descartado juntarse con el uribismo.

Ratificación parlamentaria

El jefe negociador del Gobierno, Humberto De la Calle, emitió un comunicado en el que expresó que desde que se conocieron los resultados del plebiscito, el presidente dio instrucciones para iniciar un proceso de diálogo con los principales promotores del «no» «con el fin de escuchar sus inquietudes y recibir sus propuestas de cambios y ajustes para lograr un mejor acuerdo de paz con las FARC». Agregó que «con total lealtad y firmeza, el resultado fue un nuevo acuerdo con cambios, ajustes y precisiones de fondo en prácticamente todos los temas».

Humberto de la Calle explicó que el sábado 12, al concluirse la negociación, Santos se reunió con el ex presidente Uribe, y se comunicó con el ex presidente Pastrana y Marta Lucía Ramírez, a quienes explicó los cambios y las transformaciones de fondo logradas, así como los puntos donde no hubo acuerdo.

El jefe negociador aclaró que en ningún momento el Gobierno se comprometió a revisar el texto después de que se cerraran las negociaciones. «Ni el presidente Santos ni nadie del equipo negociador ofreció a los portavoces del ‘no’ la posibilidad de revisar el acuerdo antes de su cierre. Lo que el presidente sí me pidió, como se lo dijo en privado al ex presidente Uribe, y públicamente a los colombianos, era que me regresara [de La Habana] a la brevedad para explicar en todo detalle el nuevo acuerdo».

Por su parte, el guerrillero Pablo Catatumbo lanzó en Twitter una crítica a Uribe y acusó a los portavoces del «no» de querer dilatar el proceso. Se cree que el nuevo texto estará en el Congreso hoy para su examen y posterior debate. El Gobierno quiere aprobarlo allí para no repetir otro plebiscito fallido y aprovechar su mayoría parlamentaria.