Unión Europea

Los dos hombres fuertes de Libia acuerdan un alto el fuego en París

Macron les arranca el compromiso de combatir el yihadismo y celebrar elecciones en 2018.

Emmanuel Macron, junto al primer ministro libio Fayez al Serraj y el general Jalifa Hafter, ayer
Emmanuel Macron, junto al primer ministro libio Fayez al Serraj y el general Jalifa Hafter, ayerlarazon

Macron les arranca el compromiso de combatir el yihadismo y celebrar elecciones en 2018.

Fayez al Serraj y Jalifa Hafter protagonizaron ayer lo que podría ser un primer paso para una salida de la crisis económica y de seguridad en la que está sumergida Libia desde la caída del dictador Muamar Gadafi, hace ahora seis años. Ambos aceptaron el principio de un cese el fuego bajo condiciones tras una reunión a las afueras de París auspiciada por el presidente francés, Emmanuel Macron. El mandatario tomó la iniciativa de citar ayer a los dos hombres fuertes de Libia en el castillo de la Celle-Saint-Cloud, y se encargó de precisar que habrá elecciones en Libia el próximo año.

Un acuerdo negociado bajo los auspicios de Naciones Unidas se saldó con la creación del Gobierno de Unión Nacional (GNA), encabezado por Fayez al Serraj, que gobernaba Trípoli desde marzo del año pasado, pero el mariscal Hafter había contestado desde el principio esta autoridad y controla la zona este del país apoyado por un Parlamento y un gobierno paralelos.

Con la iniciativa de ayer, Francia quería facilitar un entendimiento político entre ambos aprovechando que asumía sus funciones el nuevo representante especial del secretario general de Naciones Unidas para Libia, Ghassan Salamé. El principal objetivo era obtener al menos la firma de una declaración conjunta en la que Al Serraj y Hafter reconocieran públicamente que no puede haber una solución militar para sacar a Libia de la crisis. Los protagonistas no estamparon la firma en la declaración, pero ambas partes se comprometieron a respetarla.

Según Emmanuel Macron, el paso que han dado los dos rivales es «histórico», y puede llevar a los dos hombres a ser considerados en un futuro próximo como símbolos de la reconciliación del país: «Es asumir el riesgo, a pesar de lo que pueda oponeros, a pesar de los actos de unos u otros, de trabajar juntos en un proceso de reconciliación nacional y de construcción de una paz duradera», comentó el presidente francés al término de la reunión.

Al Serraj y Hafter dieron el visto bueno a una declaración de diez puntos en la que se comprometen a abstenerse «de todo recurso a la fuerza armada para todo aquello que no sea estrictamente la lucha antiterrorista», al mismo tiempo que desplegarán todos los esfuerzos para «integrar a los combatientes que lo deseen en las fuerzas regulares» y hacen una llamada «al desarme, a la desmovilización y a la reintegración» del resto de combatientes en la vida civil. Aunque la declaración conjunta de diez puntos no precisa cuándo se celebrarán los comicios, Macron avanzó durante una declaración a la Prensa que tendrán lugar «en primavera».

Las dos partes han decidido también trabajar para establecer una hoja de ruta para luchar «contra las amenazas y los tráficos de todo tipo». Quieren asociar a todas las Fuerzas de Seguridad y militares para coordinarse «en la lucha contra el terrorismo, asegurar el control de los flujos migratorios que transitan por territorio libio, controlar las fronteras y luchar contra las redes criminales organizadas que instrumentalizan Libia y desestabilizan el Mediterráneo central». De hecho, según el mandatario galo, la declaración «supone un gran progreso para la causa de la paz en Libia» y advirtió de que este proceso es esencial «para el pueblo libio y toda la región», pero también para Europa, porque «tiene consecuencias directas para nuestros países en lo referido a los flujos migratorios» y a la lucha contra el terrorismo.

Mientras Al Serraj dirige el gobierno desde Trípoli, el mariscal Hafter ha ido ganando el apoyo de la población y de ciertos países como Egipto y los Emiratos Árabes gracias a la lucha contra los grupos yihadistas que se han desplegado en la región. Las fuerzas de Hafter liberaron Bengasi de la influencia yihadista. Ambos se reunieron por primera vez el 2 de mayo en Abu Dhabi, en un encuentro que finalizó sin un acuerdo.