Desempleo juvenil

Los errores del «presidente normal»

Hollande tras visitar a su amante
Hollande tras visitar a su amantelarazon

La acción de François Hollande como presidente ha estado llena de buenas intenciones y salpicada de errores. Finalmente, se ha rendido a la evidencia, no puede optar a ser de nuevo presidente. Pero ha sido él quien se ha cavado su propia tumba.

- Aumento del paro

Para comenzar, prometiendo a los franceses en septiembre de 2012 que en un año las cifras del paro empezarían a disminuir. Después, durante más de tres años ha ido dando largas, porque el empleo no llegaba, y cuando por fin en 2016 la curva del paro comienza a invertirse, ya nadie le oye.

- El «affaire Leonarda»

Puso al presidente francés en una situación ridícula. La joven rumana había sido expulsada con toda su familia por estar en situación irregular, pero se organizó una fuerte movilización en contra de esa expulsión porque la joven había sido detenida cuando estaba de excursión con el colegio. Hollande se sintió obligado a tomar una decisión salomónica y anunció que la niña podía volver para continuar sus estudios, pero su familia no. Leonarda, que escuchaba al presidente, replicó que si volvía era con todos.

- Un ministro evasor fiscal

En 2013, el ministro de Presupuesto, Jérôme Cahuzac, el hombre que debía controlar las cuentas del Estado, acabó reconociendo tras meses de denuncias que tenía una cuenta oculta en el extranjero con 6 millones de euros. Todo ello después de meses contando con la confianza y el apoyo de Hollande, que quería una «República ejemplar».

- Retirada de la nacionalidad

Tras los atentados de París, Hollande anunció que iba a inscribir en la Constitución la negación de la nacionalidad a los condenados por terrorismo, pero semanas después rectificó. Anoche fue el único error que reconoció.

- La amante del presidente

Los errores de Hollande en su vida privada también se convirtieron en cuestión de Estado cuando la revista «Close» publicó su relación con la actriz Julie Gayet. Ponía en solfa su seguridad y surgieron los interrogantes sobre el papel de la mujer que hacía de primera dama, Valérie Trierweiler. Sirvió para ridiculizar su imagen a través de las fotos saliendo de casa de su amante con un casco de moto para no ser reconocido.

- Un libro indiscreto.

El último error ha sido la publicación del libro «Lo que un presidente no debería decir», en el que critica a jueces, políticos, amantes y hasta futbolistas... y ha llevado a la Fiscalía a abrir una investigación preliminar por «compromiso de la defensa nacional».