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Los límites de Schengen

La Razón
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El ataque frustrado en un tren Thalys entre Amsterdam y París es el indicativo de un riesgo, a menudo impredecible, planteado por personas con vínculos con el islamismo violento. El hecho de que el atacante, Ayoub al-Qahzzani, viajara a Siria en 2014 demuestra una vez más los difíciles retos que plantea el yihadismo global. Riesgos y evaluaciones se realizan regularmente en sujetos con enlaces con células fundamentalistas o que han viajado y regresado de países como Siria o Irak. Sin embargo, es imposible para las autoridades de seguridad vigilar a cada individuo las 24 horas del día todos los días. Siendo realistas, nunca habría suficiente personal para tal y extensa las actividades de vigilancia; los servicios de inteligencia han de dar prioridad a las personas que representan una amenaza más inmediata para el público. Mientras que Khazzani era conocido por los servicios de inteligencia franceses, españoles y belgas, demuestra que existe una vulnerabilidad real europea.

Las fronteras europeas están abiertas y es muy fácil viajar en tren o en coche de un país a otro a menudo sin necesidad de una identificación. Esto representa claramente un desafío para las Fuerzas de Seguridad y para el intercambio de inteligencia en toda Europa. Los controles de seguridad en los trenes son obviamente menos estrictos que en los aviones, y los atentados de Madrid en 2004 demostraron que los terroristas pueden explotar fácilmente esta vulnerabilidad. Es importante no reaccionar de forma exagerada a estos ataques. Sin embargo, una grave cuestión que emerge del ataque frustrado de ayer es lo fácil que fue para el atacante portar armas en un tren. Ciertamente, puede ser que necesiten ser fortalecidas algunas medidas de seguridad en el transporte público. Del mismo modo, la inteligencia europea debe ser compartida de forma continua. Pero dadas las limitaciones bajo las cuales las autoridades de seguridad operan y el número de personas que podrían, en cualquier momento perjudicar a los ciudadanos, es inevitable que alguien puede escapar de la vigilancia y cometer un ataque asesino. Como argumenta el profesor Richard English en su obra maestra «Terrorismo: cómo responder», tenemos que «aprender a vivir con el terrorismo». El terrorismo es tan impredecible y difícil de alcanzar que nunca será derrotado. El objetivo de los gobiernos y las autoridades de seguridad de toda Europa seguirá siendo la de reducir su prevalencia.