Grecia

Los refugiados de Oinofyta esperan a Harry Potter

Dos españolas lideran un proyecto para crear una biblioteca en un campo en Grecia.

El campo de refugiados de Oinofyta acoge a unas 650 personas
El campo de refugiados de Oinofyta acoge a unas 650 personaslarazon

Dos españolas lideran un proyecto para crear una biblioteca en un campo en Grecia.

A una hora al norte de Atenas, el campo de refugiados de Oinofyta acoge a unas 650 personas que aguardan un futuro aún incierto. En su mayoría son afganos que han llegado huyendo de la violencia de su país y esperan en tierra de nadie una decisión administrativa que les permita empezar de nuevo. Aunque tienen todas las necesidades básicas cubiertas, hay algo que les falta y que haría más llevadera la incertidumbre: libros.

Y eso es precisamente lo que quieren llevarles Isabel y Mercedes Leguina, dos primas españolas que lideran un proyecto para abrir una pequeña biblioteca con ejemplares en farsi, pastún y urdu. Después de un año colaborando con la agencia española encargada de recaudar fondos para ACNUR, Isabel y Mercedes (licenciada en ADE y abogada respectivamente) han decidido pasar a la acción y confían en poder arrancar la iniciativa en septiembre, una vez que hayan recaudado los fondos necesarios a través de un crowdfunding (https://www.youcaring.com/residents-of-oinofyta-refugee-camp-622231).

"Como lectoras, creemos en el poder de las palabras, de los libros. Sabemos que hay una manera de viajar que no requiere tiempo ni dinero. La lectura", explican con ilusión. Isabel, que lleva desde abril en la zona, tiene muy claro el título estrella que le piden los adolescentes afganos: Harry Potter. También diccionarios de inglés para empezar a prepararse y aprovechar al máximo las oportunidades que les depare el destino una vez que logren salir de Grecia. El objetivo de estas dos españolas es "crear un espacio de lectura donde los refugiados puedan pasar algo de tiempo en calma, aprendiendo y leyendo". Una suerte de oasis que les permita respirar y escapar con la imaginación de la aridez del campamento.

Desde la primavera del año pasado, Grecia ha recibido un avalancha de personas en busca de refugio. En mitad de la peor crisis económica de su historia reciente, el Gobierno heleno se enfrenta casi en solitario al reto dar un alojamiento digno a las 60.000 personas bloqueadas tras el cierre de fronteras. Ante la incapacidad manifiesta tanto de las autoridades griegas como europeas de responder con eficacia, las ONG y un batallón de voluntarios tratan de aliviar en lo posible la difícil situación de los inmigrantes. Gente como Isabel y Mercedes, que entregan su tiempo y su energía porque se sienten parte de la solución de la peor crisis humanitaria que ha vivido Europa desde la Segunda Guerra Mundial.