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Macron planta cara al zar Putin en su primera cita

Los dos presidentes tratan de recomponer las relaciones en una reunión «franca y directa» en la que el anfitrión marca la «línea roja» del uso de armas químicas en Siria y acusa a los medios rusos de intoxicar la campaña. El líder del Kremlin insiste en la «inutilidad» de las sanciones por Crimea.

Vladimir Putin es recibido por Emmanuel Macron a su llegada al Palacio de Versalles.
Vladimir Putin es recibido por Emmanuel Macron a su llegada al Palacio de Versalles.larazon

Los dos presidentes tratan de recomponer las relaciones en una reunión «franca y directa» en la que el anfitrión marca la «línea roja» del uso de armas químicas en Siria y acusa a los medios rusos de intoxicar la campaña. El líder del Kremlin insiste en la «inutilidad» de las sanciones por Crimea.

Emmanuel Macron recibió ayer a Vladimir Putin bajo los oropeles de Versalles, aunque el presidente ruso no parecía muy impresionado por la magnificencia del palacio y sus jardines. No se trataba de un viaje oficial, sino de una visita de trabajo entre los dos líderes, pero no faltó todo el decorado de la «monarquía republicana», ni la alfombra roja, ni la guardia republicana con su uniforme de gala. El objetivo del nuevo presidente francés es intentar recomponer las relaciones que se han deteriorado en los últimos años a raíz de las crisis de Ucrania y Siria. Hacía cinco años que Putin no visitaba París. Estuvo a punto de visitarlo en otoño para inaugurar la nueva iglesia ortodoxa y el centro cultural ruso construidos junto al Pont de l’Alma, pero François Hollande dijo bien alto que no le recibiría, lo que provocó la anulación del viaje programado.

Ayer, Putin llegó con una media hora de retraso, pero eso no impidió que el encuentro entre ambos fuera «franco y directo», como insistieron en subrayar. Después de un almuerzo, ofrecieron una rueda de prensa conjunta en el marco de la Galería de Batallas, donde figuran las ilustraciones de diferentes victorias del Ejército francés a lo largo de la historia. Macron comentó los temas abordados, principalmente la situación en Siria. «He recordado nuestras prioridades», señaló, «y creo que podremos trabajar juntos durante las próximas semanas. Nuestra prioridad absoluta es la lucha contra el terrorismo y la erradicación de Daesh. Deseo que después ayudemos a una transición democrática preservando al mismo tiempo un Estado sirio» porque en la región «los Estados fallidos son una amenaza para nuestras democracias». El presidente galo recordó que para Francia hay dos líneas rojas: «El uso de armas químicas, sea quien sea, llevará consigo una réplica inmediata de Francia, y el acceso a la ayuda humanitaria». Eso sí, se mostró partidario de «discutir con el conjunto de partes presentes» en este capítulo «incluidos los representantes de Bachar Al Asad». Aunque a la pregunta de si Francia estaba dispuesta a abrir una embajada en Damasco, Macron respondió que «no es una prioridad». Para Putin, «no se puede luchar contra la amenaza terrorista mientras se destruye el Estado sirio». También indicó que Macron le ha propuesto crear un grupo de trabajo «para lanzar una cooperación práctica contra la amenaza terrorista».

Respecto a la crisis en Ucrania, anunciaron su deseo de poner en marcha «un intercambio sobre el modelo de Normandía, junto a Alemania y en presencia de la OSCE en la región», indicó Macron, deseoso de que este proceso «perdure». Putin, por su parte, arremetió contra las sanciones internacionales que se aplican a su país desde la crisis ucraniana. «Esas sanciones no contribuyen a arreglar la crisis».

El líder francés comentó que también habían hablado de los derechos humanos en Rusia y, concretamente, de la situación de los homosexuales en Chechenia. «He recordado al presidente Putin la importancia de varios temas, entre ellos el respeto a todas las personas y sensibilidades». Según él, Putin le prometió «la verdad completa sobre las actividades de las autoridades locales».

La situación se enrareció tras la doble pregunta de una periodista de «Russia Today», que se interrogaba si Moscú aceptaría la ayuda de Francia para resolver la situación en Siria y sobre la exclusión de dos medios rusos de la sede de En Marcha durante la campaña electoral. Macron respondió vivamente que «Russia Today» y «Sputnik» han sido instrumentos de influencia que han difundido falsedades sobre mi persona y mi campaña», y aseguró que no cederá en ese punto porque esos medios se comportaron «como órganos de propaganda falsa».

Cuando Putin tomó la palabra lo hizo para responder sobre la cuestión siria dejando claro que Francia no dispone de soberanía suficiente para hablar por sí sola: «¿Hasta qué punto Francia es soberana en la resolución de todas esas cuestiones?», comentó Putin. «No sabemos nada, porque se trata de acuerdos entre aliados». Aunque añadió que lo importante es que, «aunque haya diferencias en ciertos temas» entre París y Moscú, «hay cuestiones que son compartidas y nos parece que hay medios de intensificar y mejorar la calidad de ese contacto».

Tras este encuentro ante la Prensa, los dos presidentes visitaron la exposición que acoge el Trianon sobre Pedro el Grande, que celebra los 300 años de relaciones diplomáticas entre Rusia Francia. «Pedro el Grande es el símbolo de esta Rusia que quiere abrirse a Europa», aseguró Macron a Putin, mientras que éste se regocijó recordándole que las relaciones franco-rusas tienen «raíces mucho más profundas», en la figura de Ana de Kiev, que «contribuyó al desarrollo de Francia porque fue una de las fundadoras de dos dinastías europeas, los Valois y los Borbón».