Maduro vuelve a decretar el estado de emergencia ante la espiral de violencia

Los grupos paramilitares chavistas siembran el terror entre los manifestantes con la muerte ayer de otras cuatro personas.

En medio de un contexto de protestas, represión y muerte desde el pasado 1 de abril después de que la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia absorbiera las competencias de la Asamblea Nacional, el presidente Nicolás Maduro extendió ayer el estado de excepción y de emergencia económica en Venezuela por séptima vez consecutiva. La decisión «restringe las garantías constitucionales en todo el territorio nacional como una medida para preservar el orden interno». El Poder Ejecutivo puede en esta situación intervenir empresas privadas y públicas para garantizar que el sistema distributivo venezolano funcione. Mientras, las calles siguen ardiendo.

La represión del régimen militar no tiene fin. Ayer, murió otras cuatro personas más. El primero fue Diego Arellano, de 31 años, quien falleció después de recibir un disparo mientras protestaba en San Antonio de Los Altos, en el Estado de Miranda. «Lamento profundamente tener que informar que herido de bala en nuestro San Antonio de los Altos, Diego Arellano falleció», informó el gobernador Henrique Capriles, a través de su cuenta de Twitter. «¡Termina de irte, Nicolás Maduro, y llévate a tu narco corrupta cúpula! ¡Ni un venezolano tenía que morir por tu enferma ambición de poder!», señaló Capriles.

En una nueva jornada de protestas, los agentes de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) reprimieron desde bien temprano a los manifestantes en San Antonio de Los Altos. Los opositores, pese a la lluvia, mantuvieron cerrado el tránsito de una de las principales carreteras que conectan a San Antonio con Caracas.

Además, «el gran plantón» contra el régimen de Nicolás Maduro dejó ayer otra víctima fatal en Venezuela. Se trata de Yeison Mora, un adolescente de 17 años, quien fue herido de bala en la cabeza en la localidad de Pedraza, en Barinas. La información la dio a conocer ayer Freddy Superlano, diputado del partido Voluntad Popular por el Estado de Barinas. Afirmó que su muerte fue causada por la represión de la Guardia Nacional.

El diputado dijo que se encontraba en la morgue Luis Razetti con los familiares de Mora. «El delito de Yeison Mora fue luchar por una Venezuela distinta», subrayó. Las protestas del lunes dejaron 92 detenidos en todo el país. Hasta el momento, se han contabilizado tres fallecimientos en Táchira.

Luis Alviárez Jaimes de 17 años de edad, se encontraba protestando en Palmira, municipio Guásimos, cuando recibió el impacto de un proyectil en el cuello que lo dejó sin vida en el acto. Horas más tarde, Diego Armando Hernández Barón se desplazaba en su mototaxi y pasó por el lugar donde había enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas policiales bolivarianas cuando fue alcanzado por un proyectil a la altura del pecho y perdió la vida.

Un vídeo difundido ayer en las redes sociales muestra cómo grupos paramilitares sembraron el terror este lunes en Táchira. Estos individuos no sólo actúan cuando los venezolanos protestan contra el régimen chavista como fuerza de choque de apoyo a la Guardia Nacional Bolivariana y a la Policía Nacional Bolivariana (PNB), sino que también entran en acción disparando en barrios donde saben que viven personas contrarias al Gobierno de Maduro.

Nuevas concentraciones

Por su parte, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) anuncio que la oposición realizará dos concentraciones nocturnas hoy: una en el centro comercial La Villa, en Montalbán, y la segunda en la avenida Francisco de Miranda, en el Parque de Cristal. Además, la coalición opositora aseguró que la movilización de mañana será hasta la sede del Ministerio de Interior, Justicia y Paz. «El viernes realizarán encuentros con los sectores sociales y la sociedad. Para el sábado está prevista una manifestación en todo el país denominada Somos Millones», añaden.

A un mes y medio del inicio de esta oleada de manifestaciones contra el presidente Maduro, con la muerte de Arellano ascendió, según la Fiscalía, a 46 el número de víctimas, aunque otras organizaciones elevan la cifra a 54.