Represión en Venezuela

Maduro pisotea el Parlamento

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El presidente de Venezuela aprueba los presupuestos sin contar con la Asamblea Nacional, que no ha podido implementar ni una sola ley al ser anuladas por el Tribunal Supremo

En el reino del mundo al revés el Tribunal Supremo se ha convertido en la principal herramienta del Gobierno en Venezuela para enderezar las cosas a su manera, pasando por encima de la Carta Magna y al poder legislativo. El Supremo es un órgano que con su varita mágica avala todo lo que su mandatario exige, un paso más hacia la dictadura constitucional. El equilibrio de poderes ha desaparecido en Venezuela.

Como se esperaba el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aprobó por decreto el presupuesto para 2017 sin consultar al Parlamento, de mayoría opositora, una decisión inédita que hace temer una profundización de la crisis económica y política en el país petrolero. Ante cientos de sus seguidores, el presidente socialista explicó que fue autorizado a emitir el decreto hace dos días por el Tribunal Supremo de Justicia, que le quitó esa facultad constitucional al Parlamento.

Maduro justificó el decreto al asegurar que en Venezuela «no hay una Asamblea Nacional», sino un «foro político que funciona en desacato» y que necesita el presupuesto, de 8,4 billones de bolívares (12.847 millones de dólares a la tasa oficial más alta), para la inversión social. «Esto es un presupuesto de facto, paralelo. El Supremo asume la función que sólo puede ejercer quien representa al pueblo o sea, la Asamblea», que debe ejercer el control de las finanzas, afirma el constitucionalista José Ignacio Hernández.

El TSJ argumenta su decisión en que el Parlamento está en desacato por haber juramentado a tres diputados opositores, cuya elección está suspendida por una acusación de fraude hecha por el chavismo, y aún no resuelta.

Se trata de un nuevo choque del profundo conflicto de poderes en que está empantanando el país desde que hace diez meses la oposición asumió, por primera vez en 17 años de hegemonía chavista, el control de la Asamblea Nacional. Aunque la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) tiene amplia mayoría, el TSJ ha bloqueado todas las iniciativas del Parlamento y ha anulado sus decisiones.

Ahora, el TSJ podría invalidar el 1% de las firmas presentadas por la oposición al considerarlas ilegitimas, atendiendo así la denuncia del PSVU, el partido oficialista. De esta manera, quedaría bloqueado el referendo revocatorio contra Maduro. Con el objetivo de que el referendo sea este año para que haya elecciones anticipadas, la MUD buscará recolectar, del 26 al 28 de octubre, los cuatro millones de firmas que necesita para que el Poder Electoral, al que también acusa de estar controlado por el Gobierno, convoque a la consulta. El desplome de los precios del petróleo afecta los ingresos fiscales y la disponibilidad de divisas de Venezuela, el 96% de las cuales depende de la venta del crudo. Aun así, según el propio Maduro, el 83% del presupuesto se financiará de los impuestos y sólo un 17% de los hidrocarburos. Algo difícil de creer en un país donde la mayoría de la gente evade y las empresas sacan de forma ilegal sus divisas.

La crisis, que el Gobierno atribuye también a una «guerra económica» del sector privado, se refleja en una grave escasez de alimentos y medicinas, en una inflación del 450% y una contracción económica del 10%, según el FMI. El presupuesto, el 73,6% del cual será destinado a la inversión social, fue calculado con un precio promedio de 30 dólares el barril de petróleo. De hecho, la percepción de debilidad financiera de Venezuela ha llevado al Gobierno a traspasar divisas de fondos extrapresupuestarios a las reservas internacionales, que cuentan con 11.850 millones de dólares a octubre.

La Academia Nacional de Ciencias Económicas alerta ante lo que consideró un «atentado contra el orden constitucional». El analista Jesús Casique señala que dañará la imagen del país en los mercados internacionales. «Va a afectar el nivel de riesgo país de Venezuela, que es de los más altos del mundo», sentencia el experto.