Venezuela

Maduro destituye a la ministra que informó de la alta mortalidad infantil

El pasado miércoles, el Ministerio de Salud desveló que la mortalidad infantil aumentó un 30 por ciento en Venezuela en el año 2016.

La hasta ahora ministra de Salud, Antonieta Caporales.
La hasta ahora ministra de Salud, Antonieta Caporales.larazon

El pasado miércoles, el Ministerio de Salud desveló que la mortalidad infantil aumentó un 30 por ciento en Venezuela en el año 2016 mientras que la mortalidad materna se incrementó un 65 por ciento y los casos de malaria aumentaron un 76 por ciento.

Mientras su bebé de cinco meses se recuperaba de una cirugía de corazón en uno de los principales hospitales públicos de Caracas, los médicos le dijeron a Josemi que debía salir a comprar insumos médicos básicos para su niña, ya que en el hospital se habían agotado. Le entregaron una lista que incluía catéteres, jeringas para fluidos intravenosos, antibióticos y otros medicamentos, según relata la madre a un investigador de Human Rights Watch. Josemi debió entonces dejar a su hija e iniciar una búsqueda desesperada para conseguir ese material tan básico que nunca debería faltar en ningún hospital, y mucho menos en uno de los centros universitarios más importantes del país. Pero ninguno de los hospitales y farmacias que visitó tenía lo que él necesitaba. Al final, acudió al mercado negro, donde compró lo que encontró sin garantías de calidad.

El sistema de salud de Venezuela, que durante mucho tiempo fue motivo de orgullo para el Gobierno, atraviesa una profunda crisis. Hasta aquí no hay novedades en el frente, pero lo que sí supone «una rebelión» dentro de las filas del chavismo es que la ministra de Salud, Antonieta Caporale, se atreviera a publicar datos. Y claro, tamaña ofensa fue castigada con su destitución. La publicación de un informe que desvelaba el aumento de la mortalidad infantil y materna, así como los casos de malaria se convirtió en su tumba política.

El origen de este cese se produjo el miércoles, cuando Caporale informó en la web del Ministerio que un total de 11.466 neonatos murieron durante 2016, lo que supone un 30,12% más que el año anterior. Entre las causas, el Gobierno citó sepsis, neumonía, síndrome de dificultad respiratoria y prematuridad. Además, 756 mujeres perdieron la vida durante el embarazo o en los 42 días posteriores al parto, lo que supone una subida del 65,79% con respecto a 2015, según el boletín del Ministerio de Salud. La difusión de informes epidemiológicos representa una obligación del Ejecutivo venezolano que, sin embargo, llevaba tres años sin publicarse. El informe oficial detalló que el año pasado hubo 29.263 casos de dengue, mientras que las patologías por malaria eran 240.613. Esta cifra significa un aumento del 76,4% con respecto al año anterior, cuando se registraron hasta 136.402 casos. Las estadísticas demuestran también un elevado número de casos de difteria, una enfermedad potencialmente mortal en cinco de cada diez casos y que Venezuela dio por controlada en los años 90. En 2016, 324 personas sufrieron difteria.

Caporale, que antes de formar parte del Gobierno era la directora del Hospital Clínico Universitario, estuvo en el cargo durante cuatro meses después de ser designada el 4 de enero. De acuerdo con la Federación Venezolana de Farmacéuticos, en junio de 2016 el país «ya enfrentaba una escasez de más del 80% de los medicamentos que necesitan los médicos». Es un caso más que escenifica la grieta que separa a dirigentes maduristas de aquellos leales al otrora comandante Hugo Chávez, que no están de acuerdo con el rumbo que ha tomado el país. La fiscal general, Luisa Ortega, ha instado a los funcionarios a trabajar para que los ciudadanos puedan creer en las instituciones y en los servidores públicos de este país. Por ahora sigue en su puesto. Además, según denunció la oposición, 65 militares permanecen detenidos por expresar su descontento con la deriva que ha tomado la represión. «La Fuerza Armada está completamente dividida», ha dicho días atrás el líder opositor Henrique Capriles, quien indicó que hay en su seno un «profundo descontento» con el Gobierno.