Bruselas

May ofrece 44.000 millones a Tusk para desatascar las negociaciones

Según un informe irlandés filtrado, los 27 ven «caótica» y «confusa» la actuación de Londres.

La primera ministra británica, Theresa May, y el ministro de Economía, Philip Hammond, visitan las obras del Leeds College of Building, ayer
La primera ministra británica, Theresa May, y el ministro de Economía, Philip Hammond, visitan las obras del Leeds College of Building, ayerlarazon

Según un informe irlandés filtrado, los 27 ven «caótica» y «confusa» la actuación de Londres.

Theresa May viaja hoy hasta Bruselas con el objetivo de desbloquear las negociaciones del Brexit. La «premier» participará en la cumbre de Asociación Oriental. Aunque la agenda oficial sólo especifica este evento, es obvio que el viaje dará para mucho más. La líder «tory», más debilitada que nunca tras perder la mayoría absoluta en junio, quiere mantener una serie de encuentros clave con los que pretende allanar el camino de cara a la próxima cumbre europea de mediados de diciembre, en la que Londres quiere comenzar a discutir las futuras relaciones que el Reino Unido mantendrá con el bloque una vez se produzca la histórica salida.

En este sentido, la cumbre de octubre fue un auténtico fracaso. El negociador de la UE, Michel Barnier, dio entonces dos semanas para que Londres aclarase su postura respecto a la factura de divorcio, una de las cuestiones que genera más polémica. Downing Street nunca aceptó el plazo como tal, pero curiosamente, las dos semanas se cumplen hoy y, aunque no hay confirmación oficial, según la Prensa británica, May tiene intención de mantener una cena informal con el presidente del Consejo, Donald Tusk, donde podría sugerirle una cifra.

Se espera que Londres doble su primera oferta y ofrezca al bloque comunitario 40.000 millones de libras (44.000 millones de euros) para cumplir con las obligaciones británicas con el presupuesto de la UE. La cifra, no obstante, es aún inferior a la horquilla de entre 60.000 y 100.000 millones de euros que se estima al otro lado del Canal de La Mancha. El 4 de diciembre, May se reunirá también con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, a quien podría hacer una oferta más formal para que los Veintisiete den su aprobación antes de la cumbre. Hasta ahora, la «premier» tenía gran presión por parte de sus propias filas para no ofrecer más dinero, pero tanto Boris Johnson como Michael Gove –dos de los euroescépticos con más peso– habrían dado su aprobación para desbloquear las negociaciones. Juncker recordó ayer que, por el momento, no se han dado los progresos necesarios que pide la UE sobre las tres cuestiones fundamentales: derechos de ciudadanos, frontera irlandesa y factura de salida.

La actuación del Gobierno británico durante las negociaciones está siendo calificada de «caótica» y «confusa» por algunos dirigentes comunitarios. Así lo puso de manifiesto ayer la cadena irlandesa RTE, que tuvo acceso a un documento interno elaborado por el Ministerio irlandés de Exteriores, donde, entre otros, se califica de «mediocre» al jefe de la diplomacia británica. Fue el Gobierno checo quien se refirió así a Johnson tras su visita a Praga en septiembre, aunque celebró que el ministro de Exteriores no efectuase alguna de sus célebres «meteduras de pata». El viceministro checo para Asuntos Europeos, Jakub Dürr, confesó a sus colaboradores que sentía «lástima» por los embajadores británicos, obligados a «comunicar un mensaje coherente mientras reina la confusión» en Londres.

Por otra parte, el documento confidencial –redactado entre el 6 y el 10 de diciembre a partir de los informes políticos de las embajadas irlandesas en diez países comunitarios y en Japón– también hace una referencia a un encuentro mantenido entre el ministro del Brexit, David Davis, y ministros franceses de Asuntos Europeos y de Defensa en el que apenas se trató la salida de Reino Unido de la UE, lo que se interpretó en París «como una oportunidad perdida». En otro caso, el juez británico Ian Forrester, miembro de la Corte Europea de Justicia, criticó la «calidad de los políticos en Westminster» durante una reunión en Luxemburgo. El magistrado también se preguntó si la ciudadanía de Reino Unido considerará que el Brexit es «un gran error» cuando sepa «lo que implica la salida de la UE».