Brexit

May ofrecerá dos años de transición para aplacar a la UE

La «premier» británica trata de desbloquear el diálogo con su discurso de hoy en Florencia.

May intenta mostrar una imagen de unidad pese a la división del Gabinete
May intenta mostrar una imagen de unidad pese a la división del Gabinetelarazon

La «premier» británica trata de desbloquear el diálogo con su discurso de hoy en Florencia.

La «premier» Theresa May ofrecerá hoy en Florencia un discurso clave sobre su hoja de ruta ante el Brexit, con el que pretende desbloquear las conversaciones con Bruselas. La cuarta ronda de negociaciones se ha tenido que retrasara del 18 al 25 de septiembre en medio de las duras críticas de la UE ante la falta de progresos, como el acuerdo ante la factura que Londres deberá pagar a las arcas comunitarias por su retirada. Según la prensa británica, la líder «tory» hará una oferta «abierta y generosa a los Veintisiete», a los que prometerá que ninguno de ellos deberá aportar más al presupuesto comunitario ni perderá dinero como consecuencia de la salida de Reino Unido.

Está previsto que la «premier» proponga tras el divorcio un periodo de transición con la UE de hasta dos años. Downing Street se negó ayer a hacer comentarios al respecto, aunque calificó como meras «especulaciones» las informaciones publicadas por el «Financial Times», que aseguraban que Londres ha informado ya a Ángela Merkel de que estaría dispuesto a pagar 20.000 millones de libras (22.700 millones de euros).

Sin autoridad tras haber perdido la mayoría absoluta en las elecciones, May cuenta con un panorama complejo en casa, donde su Gabinete está completamente dividido ante la relación futura que se quiere tener con el bloque. En este sentido, para asegurarse el respaldo a su discurso, May presidió ayer una reunión extraordinaria en su despacho oficial que duró unas dos horas y media, mucho más de lo que es habitual, lo que sugiere que el debate pudo ser complejo.

Al salir nadie ofreció declaraciones, pero se espera que la «premier» esté acompañada hoy por los ministros más importantes de su Ejecutivo para lanzar un mensaje de unidad con el que se busca que la Comisión Europea acepte iniciar ya las conversaciones para un futuro acuerdo comercial. Los negociadores comunitarios, no obstante, han recalcado en varias ocasiones que antes deben hacerse progresos sobre el pago de la deuda de Londres, los derechos de los expatriados comunitarios y cómo quedará tras el Brexit la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte, la única conexión terrestre entre Reino Unido y la UE.

Por su parte, los puntos fundamentales para los miembros del Ejecutivo de May son la duración y las condiciones de un período de transición tras la salida del bloque, la cuantía de la deuda con Bruselas y si vale la pena seguir contribuyendo a las arcas europeas para tener acceso a ciertos servicios y mercados comunitarios. Las tensiones en el Gobierno tienen lugar en la ante sala del congreso anual del Partido Conservador, al que May acude más debilitada que nunca. Desde que perdiera la mayoría en Westminster, la Prensa hace conjeturas sobre posibles desafíos a su liderazgo, siendo uno de los hipotéticos principales candidatos Boris Johnson, quien nunca ha ocultado su ambición de convertirse en primer ministro.

El ministro generó esta semana gran polémica al publicar un artículo donde apostaba por un «Brexit duro» y rescataba incluso lo que se calificó luego como la gran «mentira» de la campaña del referéndum: el destino de 350 millones de libras semanales del presupuesto actual de la UE a la sanidad pública. El movimiento se interpretó como claro signo de reabrir la lucha por el liderazgo.