Estados Unidos

Mejorar su imagen pública

La demócrata tendrá que sortear ahora dos grandes obstáculos: su impopularidad y la división de su partido

La Razón
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La demócrata tendrá que sortear ahora dos grandes obstáculos: su impopularidad y la división de su partido

–Ahora que Hillary Clinton ha sido nominada por el Partido Demócrata, ¿a qué obstáculos se enfrenta?

–Se enfrenta a dos grandes retos. El primero es que Hillary no es una política del todo popular. Hay mucha gente que no confía en ella. Clinton ha sido una figura pública durante bastante tiempo y cambiar esa percepción desfavorable será difícil llegados a este punto. El otro desafío es mantener al partido unido tras las primarias. Hay seguidores de Bernie Sanders a los que Clinton no les gusta nada. Algunos votarán por Donald Trump o por un tercer partido. Será un problema para ella incluso si dejan de votar.

–¿Cómo le afectarán los escándalos en los que se ha visto envuelta?

–A estas alturas el daño ya está hecho. Hay muchos votantes que se quejan de ella, pero la mayoría parecen ser republicanos que no la van a votar en ningún caso. Los escándalos en torno a los e-mails y a la embajada de Bengasi han estado ahí desde hace años, y después de múltiples investigaciones no ha habido ninguna revelación que haya podido perjudicar su imagen ante la gente que ya le apoya.

–¿Cómo puede Clinton aventajar a Trump?

–La mejor estrategia para ella es simplemente dejar que Trump siga hablando. Es un candidato sin disciplina que ha logrado enfadar a una gran variedad de votantes. Cuanto más habla, más gente se aleja de él. Naturalmente que sus seguidores más acérrimos comulgan con lo que él dice, pero si continúa como hasta ahora, tendrá muy difícil ampliar su porción de seguidores. Las encuestas muestran que un número muy pequeño de gente lo ve preparado como presidente. En cambio, muchos más votantes creen que Clinton sí lo está.

–¿Cuál cree que ha sido el mayor error de Clinton?

–El mayor error, aparte de formatear el servidor de su e-mail hace años, ha sido no tomarse en serio la campaña de Sanders desde el principio. Prolongar las primarias no ha sido bueno para ella porque ha tenido que gastar mucho tiempo, energía y dinero luchando hasta el final del proceso, en lugar de concentrarse en las elecciones de noviembre.

–¿Y el mayor error de Trump?

–Se podrían llenar varios libros con los errores de Trump. De acuerdo, ganó las primarias, pero fue principalmente por el gran número de candidatos que había en el lado republicano. Trump no ganó de forma contundente en casi ninguna elección de las primarias, más bien el voto anti Trump quedó dividido en cuatro o cinco candidatos. A pesar de todo, el magnate tiene un par de desafíos graves. El primero, no tiene nada que se parezca a una campaña. Su plantilla es una décima parte de la que tiene Clinton. Su recaudación ha sido débil, no ha abierto oficinas en todos los lugares donde debería estar. Su estrategia en las primarias –estoy sorprendido de que haya funcionado– ha consistido en llegar en avión, dar un discurso plagado de declaraciones escandalosas y captar con ello la cobertura mediática. Apenas puso anuncios y recaudó poco dinero. Sin embargo, dudo mucho que pueda trasladar esa misma estrategia de cara a las elecciones presidenciales.