Unión Europea

Merkel mantiene su política de refugiados pese al batacazo electoral

La canciller afirma que el auge del partido populista xenófobo se debe a la falta de «una solución duradera» al problema migratorio

La canciller alemana, Angela Merkel, en rueda de prensa
La canciller alemana, Angela Merkel, en rueda de prensalarazon

La canciller afirma que el auge del partido populista xenófobo se debe a la falta de «una solución duradera» al problema migratorio

«Un día difícil para la CDU». Así resumió la canciller alemana, Angela Merkel las elecciones regionales celebradas el domingo en Baden Wüttemberg, Sajonia-Anhalt y Renania Palatinado, que reflejaron una fuerte caída del partido que lidera. Unos comicios en los que los cristianodemócratas sólo fueron los más votados en Baden Wüttemberg y que dejan como triunfador al partido anti-inmigración AfD (Alternativa para Alemania).

Esta formación populista alcanzó el 24,2% de los votos en Sajonia-Anhalt, y dobló su récord anterior, lo que supone un verdadero seísmo en el mapa político del país. En Baden Württemberg y Renania Palatinado logró unas cifras nada despreciables, con el 15,1% y el 12,6%, respectivamente. Un duro castigo para el partido que preside Merkel en tres regiones que representan aproximadamente al 20% de la población alemana. Con este panorama político, es más que probable que la voz de los populistas vaya a estar representada en el Bundestag (Parlamento alemán), tras las elecciones federales que se celebrarán dentro de 18 meses.

La cita electoral se cerró con amargas sorpresas para los partidos tradicionales. La CDU (Unión Cristianodemócrata) perdió contra Los Verdes en Baden Wüttemberg, obteniendo los peores resultados de su historia en esta próspera región de consolidada tradición conservadora. En Renania Palatinado la representante socialdemócrata arrebató por segunda vez el primer puesto a la considerada «princesa heredera» de Merkel, Julia Klöckner. Sólo en la oriental Sajonia-Anhalt logró obtener más votos, pero la escasa diferencia con la formación antiinmigración (CDU obtuvo 29,8 % y AfD 24,2%) hace complicada la lectura positiva para los democristianos.

Pese a no ser cabeza de cartel, Merkel estuvo el domingo más presente que nunca en unas elecciones regionales. A pesar del vapuleo a su partido y de las demandas de cambio de rumbo en sus decisiones de asilo, intensificadas tras vaciarse las urnas, la líder del Ejecutivo germano no abandonará la política migratoria defendida hasta el momento. La canciller sigue creyendo en una solución europea y apuesta firmemente por las medidas comunes que ayudarán a solventar el conflicto.

«A los ojos de la ciudadanía, la crisis de los refugiados no tiene una solución satisfactoria», declaró ayer Merkel. «Hemos avanzado en la búsqueda de soluciones, pero no tenemos aún una solución duradera», reconoció, para asegurar inmediatamente después que se adoptarán medidas. En la misma línea se pronunció Sigmar Gabriel, el líder del Partido Socialdemócrata (SPD), uno de los grandes perdedores de la jornada electoral. «Tenemos una línea clara en la política con los refugiados y la mantendremos», aseguró. El ministro de Baviera, Horst Seehofer, volvió a exigir un cupo máximo de entradas anuales de refugiados, a la sombra del vertiginoso ascenso de AfD.

Los magros resultados del CDU y SPD dificultan la permanencia de la Gran Coalición en el poder y la unión contra el extremismo como enemigo común contempla la posibilidad de alianzas nunca vistas en la región entre partidos ideológicamente diferentes, como Los Verdes con los democristianos en Baden Württemberg. Tampoco está claro el papel que jugará AfD a largo plazo. Podría tratarse de una formación que únicamente ha actuado de plataforma para recoger el voto protesta, aunque su rápida y fuerte irrupción en los parlamentos puede ser un reflejo del poder que está empezando a adquirir.

La derrota le da la oportunidad a Merkel de fortalecer su actual política. Los votantes del SPD, de Los Verdes y, parcialmente, de la CSU apoyaron de facto a la canciller en la cuestión migratoria y éstos son numéricamente muy superiores a los de AfD. Ya en los días previos a la campaña, su popularidad remontó tímidamente. «Merkel no ha perdido tanto en estas elecciones, pero su gran problema es que la CDU se está dividiendo y nadie puede mantenerse en el Gobierno sin el apoyo de su partido», apreció Tanit Koch, analista del diario «Bild».