China

Muere el último héroe de Tiananmen

El Nobel de la Paz y disidente chino Liu Xiaobo fallece en el hospital en el que ingresó bajo libertad condicional aquejado de un cáncer terminal. Lluvia de críticas a Pekín por impedir que fuera tratado en el extranjero.

El disidente chino Liu Xiaobo
El disidente chino Liu Xiaobolarazon

El Nobel de la Paz y disidente chino Liu Xiaobo fallece en el hospital en el que ingresó bajo libertad condicional aquejado de un cáncer terminal. Lluvia de críticas a Pekín por impedir que fuera tratado en el extranjero.

El laureado prisionero político chino Liu Xiaobo fallecía ayer a los 61 años en el centro médico donde era tratado del cáncer terminal que padecía. La triste noticia para los defensores de los Derechos Humanos fue confirmada por las autoridades judiciales de Shenyan, localidad en la que se ubica el Hospital Universitario donde ha fallecido Liu Xiaobo y en el que había sido recluido el pasado mayo bajo libertad condicional, tras serle diagnosticado un cáncer de hígado.

El héroe de los sucesos de Tiananmen murió después de unas duras y polémicas dos semanas en las que Pekín se ha enfrentado a gran parte de la comunidad internacional, que exigía la inmediata liberación del premio Nobel de la Paz y el traslado para ser tratado en el extranjero, como era su deseo. A pesar del diagnóstico favorable al traslado del enfermo, confirmado por los dos expertos extranjeros que pudieron visitar a Xiaobo la semana pasada, las autoridades médicas chinas han rechazado tal posibilidad hasta el final, aludiendo a la extrema debilidad y gravedad del célebre activista político.

El Gobierno comunista se ha mantenido imperturbable a las críticas por el trato que ha sufrido el disidente chino, aunque en un intento de salvaguardar la imagen del país, permitía el pasado viernes a un médico alemán y otro estadounidense acceder a Xiaobo. Hasta la canciller Angela Merkel llegó a suplicar al Ejecutivo de Pekín «un gesto de humanidad» tras cochar con el total rechazo de las autoridades médicas chinas al traslado. La embajada de Alemania en China ha denunciado incluso un intento de manipulación de la opinión pública con la publicación de las fotografías que mostraban la visita de los médicos extranjeros, filtradas por las autoridades chinas. Ayer, Francia, Alemania, Reino Unido y la propia UE reclamaron a Pekín que permita al menos a la viuda del disidente moverse con libertad e incluso poder salir del país.

La presencia de Xi Jinping en la reciente cumbre del G20 celebrada en Hamburgo colocó a su Gobierno en una posición delicada, rechazando cualquier injerencia exterior en asuntos internos del país, a la vez que el presidente chino fortalecía la imagen de superpotencia y la relación con los líderes políticos internacionales, evitando cualquier pregunta sobre el asunto de Liu Xiaobo.

Se ha llegado a comparar el caso de Liu Xiaobo con el del pacifista Carl von Ossietzky, Premio Nobel de la Paz muerto en cautiverio en 1938 en un campo de prisioneros de la Alemania nazi. Ahora, China se enfrenta a la indignación de quienes han denunciado la situación del Nobel y las decisiones tomadas por el régimen de Pekín, que ponen en evidencia, como declaraba la Eurocámara en el comunicado especial al respecto de Liu Xiaobo publicado hace escasos días: «La constante violación de Derechos Humanos en China durante la gestión y actuación de su Gobierno ante cualquier discurso contrario al régimen político establecido o ante las voces que piden reformas en el sistema».

Tras su muerte, las decisiones de las autoridades chinas con respecto a Liu Xiaobo están siendo muy cuestionadas, al igual que las condiciones infrahumanas en las cárceles chinas o la baja calidad de la atención médica ofrecida al preso político. El Gobierno de Pekín dice adiós al que acusaba de criminal de estado y sus opositores lamentan la muerte del que sin duda era la voz más importante en la lucha contra el régimen comunista chino. El Premio Nobel de la Paz 2010, condenado a once años de cárcel en 2008 por exigir democracia y el respeto a los derechos humanos, es llorado hoy por quienes lo consideraban el adalid de la libertad en China.