Estado Islámico

Muere un australiano que luchaba con las fuerzas kurdas contra el EI en Siria

Muere un australiano que luchaba con las fuerzas kurdas contra el EI en Siria
Muere un australiano que luchaba con las fuerzas kurdas contra el EI en Sirialarazon

Un australiano ha muerto luchando junto a las fuerzas kurdas contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI) en la provincia septentrional siria de Al Raqa, el bastión principal de los yihadistas, informaron hoy fuentes kurdas. El comandante de las Unidades de Protección del Pueblo (milicias kurdo sirias), Ridor Jalil, dijo a Efe por internet que el australiano, al que identificó como Reece Harding, falleció hace tres días en la zona de Kantari, cerca de la población de Tel Abiad, fronteriza entre Al Raqa y Turquía.

Harding perdió la vida por las heridas sufridas como consecuencia de los disparos durante los combates contra el EI en esa área, precisó Jalil.

El comandante kurdo sirio agregó que el australiano se había unido a las filas de las Unidades de Protección del Pueblo el pasado 4 de mayo y que no se ha anunciado antes su muerte porque primero querían notificárselo a su familia.

En su página de Facebook, los denominados Leones de Rojava, como se hacen llamar los combatientes extranjeros que luchan junto a los kurdos, subrayaron que Harding es el segundo australiano que muere combatiendo al EI en las filas kurdas.

Esta fuente ofreció una versión distinta sobre la forma en que pereció, ya que apuntó que Harding, que pertenecía al "Batallón de Sabotaje", falleció al pisar una mina en Siria.

El estallido causó heridas a otros cinco "guerrilleros", que fueron llevados a hospitales, indicaron los Leones de Rojava, que no especificaron sus nacionalidades.

Decenas de extranjeros han viajado al territorio sirio para luchar contra el EI junto a las Unidades de Protección el Pueblo.

El otro compatriota de Harding que falleció en este país tras unirse a los milicianos kurdos fue Ashley Johnson, quien murió en febrero pasado durante los choques contra el EI en la provincia nororiental de Al Hasaka.

EFE