Refugiados

Muros estériles

La Razón
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La valla de alambre que actualmente separa Hungría de Serbia, y que en breve será sustituida por un muro, no ha servido para disuadir a los inmigranes. Una pared, sin duda, servirá como un elemento de disuasión a los posibles refugiados que esperan para entrar en Hungría. Sin embargo, habrá que ver el grado de efectividad, ya que los refugiados podrán borderla a través de las vecinas Rumanía o Croacia, aunque el Danubio constituye una frontera natural formidable –mucho más «efectiva» que una pared– entre Croacia y Hungría. Investigaciones realizadas en EEUU en el año 2000 demostraron que el muro erigido en la frontera sur con México (que se extiende desde California a Arizona) no ha disminuido significativamente el número de inmigrantes indocumentados que entran a EE UU, pero ha tenido como resultado la muerte de cientos de inmigrantes que cruzaban el desierto.

Este tipo de medidas no frenarán la necesidad ni la esperanza de inmigrantes que buscan una vida mejor en EE UU o en Europa. Una valla, un muro o cualquier otra medida no les frenará. Lo único que se conseguirá es que las acutales estrategias que siguen para alcanzar sus destinos varíen, pero su determinación seguirá fuerte. El muro que constrye Hungría, y que puede suponer un ejemplo para otros países de la Unión Europea, tampoco supone un desafío para los inmigrantes después de las innumerables penurias que han sufrido para llegar a dicho país. Eso sí, al llegar a Hungría lo que se econtrarán es con un pueblo que les rechazará. Hay ideas erróneas que crecen entre los populistas sobre que los refugiados representan un riesgo para la salud, que son mal educados, y que desean establecerse en Hungría. Los húngaros están comprensiblemente preocupados por la situación; parte de esta inquietud, sin embargo, asume formas racistas de las mas abominables.

*Director del Centro de Etnicidad y de ciudadanía de la Escuela de Sociología, Política y Estudios Internacionales de la Universidad de Bristol