Internacional

Obama intervendrá si Trump abusa de su poder

Durante su última comparecencia en la Casa Blanca, hace una encendida defensa de la Prensa y justifica su decisión de conmutar la pena a la ex soldado Manning.

Barack Obama, durante su última reuda de prensa hoy en la Casa Blanca.
Barack Obama, durante su última reuda de prensa hoy en la Casa Blanca.larazon

Durante su última comparecencia en la Casa Blanca, hace una encendida defensa de la Prensa y justifica su decisión de conmutar la pena a la ex soldado Manning.

Ha sido una de las últimas decisiones de Barack Obama como presidente y su medida no ha dejado indiferente a nadie. Obama ha conmutado la pena de prisión de la ex soldado y analista de Inteligencia Chelsea Manning. La militar fue condenada a 35 años de cárcel por filtrar informaciones a Wikileaks relativas a las guerras de Irak y Afganistán y miles de cables diplomáticos que fueron publicados en 2010 y de-sataron una tormenta internacional. Sin embargo, para el mandatario siete años de prisión son suficientes, por lo que Manning será liberado el 17 de mayo.

La última rueda de prensa de Obama como comandante en jefe sirvió para justificar el controvertido anuncio. Para el presidente, las claves de su conmutación son que la condena de Manning fue demasiado severa y que ella ha aceptado su responsabilidad. «Y ha sido castigada de manera desproporcionada en comparación con otros que han realizado filtraciones», explicó. E insistió a los periodistas que «reducir su condena fue totalmente apropiado».

Nacida hombre y conocida como el «soldado Manning», fue condenada en un consejo de guerra en julio de 2013 a 35 años de prisión. «Chelsea expuso malas prácticas y fue castigada por ser una informante. Lamentamos que al presidente Obama le haya llevado tanto tiempo conmutar la sentencia y nos enfurece que a Chelsea le hayan obligado a sufrir un trato tan abusivo en la cárcel», señalaron los familiares de Manning en un comunicado. Lo cierto es que Manning se intentó suicidar en dos ocasiones el año pasado tras su cambio de sexo al tener un futuro incierto como mujer transexual en una cárcel militar de hombres en Fort Leavenworth (Kansas). Pero no todo el mundo celebró la medida. «Nuestro presidente Obama ahora pone en marcha un peligroso precedente con el que compromete nuestra seguridad nacional, y hace ver que los que nos ponen en peligro no tendrán que enfrentarse a las consecuencias», hizo hincapié el republicano Paul Ryan, portavoz de la Cámara de Representantes.

Al contrario que en la esperada rueda de prensa que dio el magnate en la Torre Trump, en la que no dejó preguntar a la CNN por supuestamente «dar noticias falsas», Obama quiso agradecer el papel de la Prensa. «Estados Unidos os necesita y nuestra democracia os necesita». A renglón seguido advirtió de que cuando sea ciudadano, dará amplio espacio a su sucesor, Donald Trump, pero que dirá la suya cuando vea que los «valores de América» están en juego. Por ejemplo, apuntó, ante discriminaciones sistemáticas, obstáculos explícitos y funcionales para que la gente pueda votar, esfuerzos institucionales para silenciar a disidentes o medios de comunicación o si se deportan niños que han nacido en EE UU.

Obama también abordó las relaciones con Rusia. El mandatario se mostró «a favor de mantener una relación constructiva» con Moscú, pero pidió a su sucesor que no «confunda el objetivo de las sanciones que su Gobierno impuso» a Rusia y que están relacionadas con el conflicto en Ucrania. Sobre otra de sus últimas medidas, anunciada justo una semana antes de abandonar la Casa Blanca, Obama defendió su decisión de eliminar la política de «pies secos, pies mojados» para los indocumentados cubanos y dijo que ya no tenía sentido dentro de la normalización de las relaciones con Cuba. En su opinión, esa política trataba a los cubanos de forma completamente diferente a otros inmigrantes procedentes de El Salvador o Guatemala.

Uno de sus grandes fracasos en política exterior es la paz en Oriente Medio. Al respecto, el presidente estadounidense señaló que «no ve posible que Israel pueda seguir siendo judío y democrático» si no se consigue una solución de dos Estados, y aseguró que ha tratado en los últimos meses de enviar un mensaje a su aliado de que esa posibilidad puede estar esfumándose.