Atentado

¿Por qué nos afecta más un atentado en Europa que en otro lugar del mundo?

La repetición de estos sucesos, otro factor que nos “inmuniza” emocionalmente contra ellos , según la directora técnica de Clínicas Origen, Pilar Conde

Una mujer se emociona mientras observa los ramos de flores mientras guarda un minuto de silencio en el Puente de Londres
Una mujer se emociona mientras observa los ramos de flores mientras guarda un minuto de silencio en el Puente de Londreslarazon

La llamada “jerarquía de la muerte” o “empatía de la distancia” es consustancial al ser humano.

No se trata de que las personas seamos insensibles ante las muertes que ocurren a muchos kilómetros de nuestro hogar. Tampoco se nos puede tildar de hipócritas por lamentar más el asesinato de doce en personas en París que el de setenta en Kabul. La llamada “jerarquía de la muerte” o “empatía de la distancia” es consustancial al ser humano. Tal como la explica la psicóloga Pilar Conde, directora técnica de Clínicas Origen, está en nuestra naturaleza ser capaces de sentir lo mismo que otra persona cuando nos identificamos con ella.

A mayor identificación, mayor grado de empatía. Por poner un ejemplo, una adolescente española será capaz de ponerse antes en el lugar de una víctima del concierto de Manchester que de una joven muerta en otro atentado en Indonesia. La víctima inglesa está más cerca, no sólo en la distancia, sino en la forma de vida: la educación, las costumbres, el ocio; si buscásemos un último punto de encuentro es posible que las dos chicas europeas compartiesen un ídolo común : la cantante Ariadna Grande.

Además, añade la experta, en cuanto a lo que separa a la joven española de la indonesia no se trata sólo de la distancia física, el número de kilómetros entre una y otra, sino de la distancia simbólica, una barrera mental construida con nuestros valores y creencias.

En este sentido, la empatía también es producto de una retroalimentación de nuestro sistemas de información. Es decir, si los medios de comunicación priorizan una noticia por su capacidad de hacernos empatizar, es decir, le dan importancia, le dan tiempo, la repiten , la adornan con entrevistas, es seguro que va a despertar más emociones e interés entre la audiencia. Si, por otro lado, a un brutal atentado en Oriente Medio se le dedica poco tiempo y se le ubica entre las noticias internacionales, como una más, el espectador percibirá de forma natural que lo sucedido no es tan importante.

De esta manera, el sistema se retroalimenta. Pero, tal como aclara la psicóloga, la empatía también se puede “trabajar”. Es posible educar en la generación de valores que nos hagan sentir como seres humanos más allá de naciones, países o continentes.

Otro factor que amortigua la reacción social ante este tipo de sucesos es la repetición. De nuevo, desde Clínicas Origen se incide en que no se trata de que los seres humanos seamos insensibles. Nos habituamos a estas tragedias para evitar el sufrimiento, para protegernos. No queremos volver a ver imágenes de horror. De esta manera, activamos varios mecanismos de defensa como puede ser “la asunción de no responsabilidad”, interiorizar que ese tipo de problemas tiene que solucionarlos los políticos o el sistema judicial de esos países.

Finalmente, cuando vemos que la vía diplomática fracasa en el intento, es cuando se radicalizan algunas posturas o bien pueden comenzar a demandarse soluciones ajenas a las normas que rigen el estado.