Siria

¿Por qué se asedian las ciudades durante la guerra?

Las imágenes que llegan desde Madaya, Siria, han dejado de manifiesto una nueva atrocidad durante la guerra de Siria: matar a la población de hambre.

Un niño hambriento en Madaya
Un niño hambriento en Madayalarazon

Las imágenes que llegan desde Madaya, Siria, han dejado de manifiesto una nueva atrocidad durante la guerra de Siria: matar a la población de hambre.

Es imposible no sufrir turbación al ver las imágenes de los habitantes de Madaya que están literalmente muriendo de hambre. Una extrema delgadez, principio de raquitismo, pronunciadas cuencas de los ojos, unos ojos, por cierto, se clavan en la memoria y se unen a la extensa hemeroteca bajo el epígrafe: “Atrocidades contra la población siria”. La ciudad siria de Madaya, cercana a Damasco, es una de las quince localidades que están sitiadas en el contexto de la guerra civil siria

Siria lleva en un sangriento conflicto bélico prácticamente desde marzo de 2011, cuando el presidente Bachar al Asad, reprimió violentamente las entonces manifestaciones pacíficas. A lo largo de la historia, durante las guerras se han cercado miles de poblaciones, pero sorprende la falta de humanidad en pleno 2016. Para entender por qué se sitian las ciudades, militarmente hablando, preguntamos a un experto militar estadounidense, el coronel de las Fuerzas Aéreas de EE UU Cedric Leighton.

“Sitiar a una ciudad es una táctica militar remota que tiene como máximo exponente mitológico el asedio a la ciudad de Troya. Claramente, los antiguos estaban familiarizados con la técnica del asedio”, explica Cedric Leighton. “En la Segunda Guerra Mundial, muchos ven en la batalla de Estalingrado un tipo de sitio más moderno. La táctica está diseñada para privar de hambre una ciudad adversaria clave o fortificación importante para así lograr su sumisión. Es muy brutal, pero a menudo muy efectiva”, asegura el coronel estadounidense para quien “un asedio exitoso puede asegurar la victoria en una guerra y una defensa triunfante en contra de un cerco puede cambiar el ímpetu de un conflicto armado”.

Sorprende, no obstante, que una práctica militar tan dura se lleve a cabo contra civiles, pues en las imágenes que se conocen de Madaya, muchos de los protagonistas son ancianos, menores o bebés. ¿Impedir el acceso a la ayuda humanitaria a los civiles, se considera un crimen de guerra? “En las contiendas bélicas modernas es normalmente un crimen de guerra denegar la ayuda humanitaria a los no combatientes”, asevera Leighton. De hecho, el experto en estrategia y riesgo reconoce que “Las fuerzas militares modernas legítimas están obligadas a evitar dañar a los civiles. Puede que existan otros factores que afecten el acceso a la comida y ayuda de los civiles, pero una obligación primaria es proveer la ayuda necesaria a los civiles atrapados en zonas de combate”.

Esta semana se llegó a un acuerdo para que en las localidades de Madaya, sitiada por el régimen de Asad, y Fua y Kefraya, -cercadas por el Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda-, se permita el acceso a la ayuda humanitaria. Ayer, el Comité de la Cruz Roja Internacional (CICR) confirmó que el reparto de ayuda humanitaria en Madaya, finalmente se producirá hoy, y no ayer domingo, como estaba previsto. Al preguntarle a Leighton por qué sólo tres de las al menos 15 poblaciones que están cercadas en Siria recibirán ayuda humanitaria, el coronel de las Fuerzas Aéreas argumenta que “en parte la razón radica en el peligro al que se enfrentan las organizaciones de asistencia humanitaria en Siria. Éstas serán localidades más fáciles de asegurar que el resto de poblaciones. No existe un mecanismo duradero en los 'altos el fuego' que permitan la ayuda humanitaria a grandes áreas de Siria”. Además, apunta Leighton, “esto está exacerbado por la falta de acceso y asuntos logísticos que las ONG afrontan en las zonas de combate”.

Algunos expertos vieron en este permiso a que entre ayuda humanitaria en las tres ciudades mencionadas, como algo positivo de cara a las conversaciones de Ginebra que tendrán lugar el 25 de enero. Pero, ¿ha cambiado algo ahora sobre la mesa de negociación? “Sería maravilloso si las conversaciones de paz terminaran con la Guerra Civil Siria, pero no soy optimista de que las facciones enfrentadas estén preparadas aún para la paz”, opina el experto militar. “Ahora mismo, hay demasiados asuntos sin resolver, a lo que se unen los últimos rifirrafes entre Arabia Saudí e Irán que afectarán fácilmente la voluntad de ambos países de comprometerse productivamente en Ginebra”. En cuanto a la comunidad internacional, Leighton concluye que “está claro que tanto EE UU como Rusia quieren un tipo de reconciliación en Siria. Ésta es la diferencia más significativa respecto a las anteriores”.