Montenegro

¿Qué hay detrás de la adhesión de Montenegro a la OTAN?

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, comienza la reunión interministerial de la OTAN
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, comienza la reunión interministerial de la OTANlarazon

Se trata de uno de los anuncios estrella que saldrá de la reunión interministerial de la OTAN que se celebra estos días en Bruselas. Tras seis años sin nuevas incorporaciones, las últimas fueron Croacia y Albania en 2009, la Alianza Atlántica continúa su expansión en los Balcanes.

Se trata de uno de los anuncios estrella que saldrá de la reunión interministerial de la OTAN que se celebra estos días en Bruselas. Tras seis años sin nuevas incorporaciones, las últimas fueron Croacia y Albania en 2009, la Alianza Atlántica continúa su expansión en los Balcanes. Una ampliación que cae como un jarro de agua fría al presidente ruso, Vladimir Putin, muy a pesar de que fuentes diplomáticas de la Alianza insistan a este medio que “este proceso lleva abierto mucho tiempo y no responde a una aceleración del proceso ante la actual situación de confrontación con Moscú”. De hecho, la Duma (Cámara Baja del Parlamento ruso) ha manifestado sin tapujos el descontento ante la decisión de Montenegro: “Esto perjudicará seriamente las relaciones bilaterales tradicionalmente amistosas (Rusia-Montenegro) y pondrá en tela de juicio el trabajo conjunto para crear la arquitectura de seguridad europea”. Es más, Andréi Kelin, director de cooperación europea del Ministerio de Exteriores de Rusia ha afirmado que la diplomacia rusa ha intentado hasta el ultimo momento convencer al país balcánico de las inconveniencia de sumarse a la Alianza. En este contexto de hostilidad, esta previsto que esta noche, los ministros de Exteriores de la OTAN den luz verde esta noche (ellos lo llaman técnicamente invitar porque ningún país puede solicitar el ingreso en la Alianza) al proceso de integración de Montenegro. Un camino que concluirá con la adhesión del país en un periodo estimado de dos años, convirtiéndose así en el miembro 29 de la OTAN. Según fuentes diplomáticas, Francia es la que hasta ahora había puesto más inconvenientes para permitir el ingreso de Montenegro, pero “ahora mismo existe total unanimidad”. Una vez se invite al país a iniciar el proceso de adhesión, los parlamentos de los países miembros deberán dar también su visto bueno y a continuación se redactará un documento en el que se especifiquen las peticiones de la OTAN: en qué misiones debe participar y de qué modo va a contribuir. Pero, realmente, ¿qué interés tiene la Alianza en incluir en su lista a Montenegro más allá de desafiar al “zar” ruso?

“Algunos de los países asociados de la OTAN (que no forman parte de la Alianza pero colaboran con ella), desean entrar en la organización, como ocurre también con Georgia. Montenegro ha trabajado duro para convertirse en miembro”, explica a LA RAZÓN Adam Thomson, representante permanente de UK en la Alianza Atlántica. “Montenegro es un país pequeño, por lo que en términos de fuerza militar no puede aportar demasiado, pero es algo que ya ocurre con otros miembros actuales como Luxemburgo, por ejemplo”, afirma Thomson, quien añade que, sin embargo, términos del peso político de la Alianza “supone una fuerza importante estabilizar en el continente europeo en la región de los Balcanes”.